— Me ayudarías? — escuche la voz de mi novio detras mio, al girarme lo vi con unos palillos en su mano.
— De nuevo él bowl? — Sonreí, él asintió claramente avergonzado.
Reí levemente y pase por su lado llendo a la cocina seguida por él, estire mis brazos y tome él bowl dándoselo.
— Gracias. — sonrió tiernamente haciendo que mi corazón se agite, como cada vez que sonreía.
Me acerque a él, estaba agregándole pimienta a la comida, lo abraze por detrás y apoye mi cabeza en la suya.
— Noona? — preguntó extrañado.
— Shh, sigue cocinado. — bese su cabeza suavemente, él tardo unos segundos pero siguio con lo suyo.
Sabia que le molestaba aveces que lo abrazara así ya que se hacia notar nuestra diferencia de a altura, él era un poco inseguro por eso aunque yo lo amaba. Era como tener a un pequeño bebe en mis brazos.
— Noona, iré a servir esto, si? — asentí y lo solté no sin antes darle otro beso en la cabeza.
(...)
Me estaba poniendo él pijama cuando entró Dongpyo a la habitación, quite mi cabello de debajo de mi camisa y lo sacudi un poco ya que recién me habia bañado.
— Noona... — escuche, pronuncie un pequeño 'hm?' mientras seguía secando mi cabello con una toalla — Tu... Me quieres?
Me extrañe por su pregunta — Claro que si, porque lo preguntas?
— Aunque sea... Tan bajo? — suspire y deje la toalla de lado.
— Te siguen molestando? — él asintió con la cabeza baja.
Estaba al tanto que en su escuela lo molestaban por ser tan bajo, no lo entendía, él era mas que perfecto así, que molestaba?
Varias veces consolé a Dongpyo mientras lloraba por ser así, se que no es un gran asunto ser bajo, se que es joven y no se quedara así para siempre como él lo dice. Aun así para él es un asunto sensible y lo comprendo.
— Debería ir y enseñarles a no meterse contigo. — estaba enojada, furiosa, ver a Dongpyo triste, llorando me partía él corazón.
— No! Eso lo haría peor Noona. — tomo mi mano que estaba hecha un puño, mi expresión se relajo.
— Eres perfecto asi, así de bajito te quiero.
— Por eso la quiero Noona, porque me quiere aun si soy un enano. — un puchero apareció en sus labios los cuales estaban rojizos.
— No hagas eso bebé. — mire a otro lado.
— Eh? Porque? — su suave voz me hizo girarme y acercarme a su rostro.
— Porque me olvidare que tienes 17. — mi voz era seria al igual que mi expresión, su carita se volvió roja mientras tragaba en seco.
Unos segundos después sonreí y acaricie su cabeza, él me miro confundido.
— Solo bromeaba, no haría eso ahora, tienes que seguir siendo inocente así como eres ahora. — reí.
— No soy tan inocente Noona. — intento sonar serio pero de verdad, se veia adorable.
— No me importa, eres un bebé. — lo abraze y me acerque a su oído para susurrarle — Ya veremos cuando cumplas 18.
— N-noona! — se apartó sonrojado de mi, amaba jugar así con él.
Tome su rostro y lo bese suavemente, después de eso nos acomodamos en la cama y como siempre apenas apague la luz él se aferro a mi. Siempre le tuvo miedo a la oscuridad, siempre me dice que abrazarme lo hace sentir seguro y protegido.
Por eso lo sujeto cerca de mi mientras una de mis manos acaricia su cabello para ayudarlo a dormir, siempre espero a que él se duerma antes que yo. De verdad él era un bebé, mi bebé.
Perdón si este fue corto, de verdad no tengo inspiración T^T.
— Claynine
