Prólogo.

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El violín rompe el silencio cuando al compás de piezas únicas te topas con historias infinitas, tanto como los amores eternos, las curiosas chancletas de Nayo Campero, como mi Lupita y la alegría de cuando cae la lluvia.
Mi luna amada sabe cuantas veces he soñado con dar este paso, traerte a ti pedacito de mi tierra y su vivir, enseñarte un rinconcito de mi ciudad y enterarme de que te llegó a gustar.

He de presentar un pequeño poemario, con los secretos guardados en los campos del obrero trabajador y sincero, en los boleros que bailamos, en los juegos de niños y la herencia del abuelo, de mi para ti, el perfume del amor, perfume de gardenias traído para ti desde mi tierra de la eterna primavera. 

Atentamente.
Ruby Lopez.

Elogio Guatemalteco.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora