Limerencia. [Bakutodo]

3: Memorias Etéreas.

Caminaba de manera tambaleante por la oscura y a la vez luminosa calle de la ciudad, mientras derrepente las lágrimas caían nublando su vista, paró en un callejón cercano, vomitando en uno de los cubos de basura, callendo agotado junto a este.

Limpió sus lágrimas con el saco que traía puesto, ¿Por qué estaba llorando en primer lugar? Suspiró de manera entrecortada, mientras divagaba entre auto-odio que se expresaba en un diálogo que tenía con sigo mismo en medio de la oscuridad.

Tal vez el simple hecho de guardarse sus sentimientos por mucho tiempo lo habían puesto así.

La repentina muerte se su padre hace unos años en la cual no logró hacer nada al respecto, pese a lo que halla pasado, además de ser el hombre que le dio la vida, había salvado millones de personas durante añares.

Las desconsoladas horas de llanto de su madre lo confundían tanto.

Volvió más atrás en el tiempo.

Ese sentimiento de impotencia que sintió toda su vida.

Ese tiempo en que su madre soltaba alaridos por ayuda y el solo se quedaba parado, observando, mientras su cuerpo no respondían y olas de lágrimas caían.

Su etérea salud mental se había ido por completo, esa oculta nefelibata personalidad que recorría su cuerpo se había apagado por completo.

Soltó un grito adolorido, mientras sentía la soledad inundando su interior, sabiendo que nadie vendría a consolarlo, mientras recorría momentos de su vida, el dolor que se disminuía mientras sus tegidos nerviosos se consumían por agua ardiente, los gritos, su estúpida mentalidad, esa necesidad de nunca querer abrirse a nadie, esa costumbre que lo había hecho mierda.

Ahora lo único que quería era ayudar a todos, quería ver a la gente sonreír por cosas tan simples como ir a caminar por el parque, eso que el nunca pudo hacer.

Él no tenía que cargar con de nada de lo que le estaba pasando, pero aún así lo hacía, mientras que toda su vida sintió una culpa inexplicable.

Vómito nuevamente, ahora atrás del basurero, no tenía fuerzas ni para levantarse.

Restregó sus ojos una vez más, sintiendo el fresco viento de la noche, tratando de calmarse con este.

- No sabía que los héroes profesionales estaban tan en la mierda.

Alzó su mirada tratando de enfocar su vista en la figura frente a el, pero no pudo.

Querido Nerd Inútil;

Durante lo largo de mi existencia, he vivido lo suficiente como para darme cuenta que todo aquello que creías de una manera, es de otra completamente diferente.