Como de costumbre Minhee apenas alcanzó a entrar antes que el maestro al salón de clases, probablemente se había quedado dormido en la ducha o se en el bus.
— maldición, córrete Hangyul necesito pasar antes de que llegue el viejo. — se quejó pasando casi por encima de su amigo de pelo platinado quien se limitó a rodar los ojos mientras éste se las daba de alpinista y pasaba arriba.
— Kang Minhee —. La voz del profesor se escuchó haciendo que éste cayera al piso por no alcanzar a sentarse bien en su asiento.
La mayoría se rio excepto Chieri, la chica con cabellera lila que solía dormir en el primer período.
— otaku idiota. — soltó riéndose Hangyul mientras se acomodaba.
Minhee frunció el ceño mirándolo, pero de repente por su cabeza pasó algo sumamente importante que llevaba divagando en él muchísimo tiempo y necesitaba contárselo a su mejor amigo.
Mientras el viaje astral de Minhee tomaba forma, Hangyul sólo se quedó mirándolo unos instantes arqueando la ceja.
— ¿Qué me tienes que decir otaku?—. Preguntó, ambos se conocían ya hace dos años cuando Hangyul recién había llegado a esta escuela y se sentía bastante fuera de lugar en aquella clase. Pero, durante una mañana en la que se sentía enfermo y no quiso entrar chocó con un niño con muchos llaveros de personajes de anime en su mochila y manchas de pasta de dientes en el hoodie, aquel niño era Minhee, pronto comenzaron a unirse más, hasta tal punto que Minhee consiguió firmas en su clase para convencer a Hangyul de que se transfiriera y se sentara con él.
— En la salida, importante, eso. — soltó riendo suavemente al igual que su acompañante.
Aunque la conversación no duró más que eso, el profesor ya había empezado su rutina, callar al grupo de niñas que se sientan junto a la puerta por estar llorando aún por wanna one, despertar unas tres veces a chieri y dejarla afuera tres cuadros del periodo asumiendo que probablemente estaría durmiendo en el piso mientras se supone que debería estar parada castigada, robarle la comida que se compartían durante la clase y por último, realizar su clase.
Tras la clase del primer periodo Chieri volvió a entrar al salón extendiendo los brazos y exclamando, con su no sutil volumen de voz.
— VOoOoOoOoOOOooOoOoOoOofoOoOoOo—. Dijo acercándose al chico y abrazándolo, aunque realmente casi ahogándolo pues ella media unos centímetros, casi una cabeza más que el. — tengo hambre, olvide desayunar, ¿tienes frutita que me puedas dar? —. Preguntó y ninguno del grupo debía siquiera mirarla para saber que estaba haciendo un puchero, aquella situación era observada por Hyeongjun quien realmente odiaba a Chieri, no en un mal sentido, pero le encantaría poder acercarse tal como ella lo hace sin complicaciones a cualquiera, en especial, a Vofo, pero la mayoría del tiempo bajaba la mirada y no sabía cómo hablarle. Se sentía extraño cuando estaba con el, nervioso, como si quisiera no decepcionarlo por nada del mundo aunque a Vofo ni siquiera le importaba pues suele ver el bien en todas las personas.
Volviendo al grupo, los we one, si, ese grupo que le gusta mucho el kpop y bailan kpop, totalmente cringe. Vofo pellizcó con suavidad la mejilla de su amiga antes de entregarle una compota de esos Ades y por supuesto retarla como niña de cinco años por saltarse el desayuno.
— AAaaaAA webón la PREVIEW DEL ÁLBUM DE ATEEZ —. Recordó Yuchi sacando torpemente su celular y botándolo unas cuantas veces, realmente, lamentable el sufrimiento diario que tenía ese pobre pedazo de plástico.
— por favor no no no—. Pero sus palabras no fueron alcanzadas por el oído de la cabellera Lila quien ya había soltado un chillido al igual que los demás que son intelectuales y stanean ateez. Pusieron el volumen a todo chancho.
En aquel minuto el presidente de clase ( y presidente de los chicos que quizás toda la escuela quería jotearse porque simplemente es un ángel) Seungwoo, alto, estructura facial obviamente esculpida por los dioses, una voz que derrite a cualquiera y en verdad la suavidad más grande (por favor es que es un chanchito xikito) y le dio pat pat en la cabeza a Chieri a modo de saludo, estaba en su naturaleza ser así de dulce con todo el mundo aunque Chieri dentro de sí se emocionaba cada vez que la saludaba, hasta el considerarse algo cercano a él (BAJFKSKAKFKCISS PERDÓN EL CRINGE ME FUI EN LA VOLÁ) la hacía sentirse especial, pero era imposible que él se fijara en ella, probablemente la debía ver como todo el mundo la veía, una niña de cinco años extremadamente chillona, aunque dentro de todo, esa era sólo una faceta que había creado para tratar de no sentirse sola y hacer más amigos, aunque nadie creyera Chieri siempre ocultaba demasiadas cosas, cosas que a nadie le cuenta, excepto a su mejor amiga ainacha.
Bueno, en fin, mientras volvían a sentarse en sus bancos la maestra de inglés entraba siendo seguida por un muchacho que levantó la vista de todas las chicas, tenía aquella apariencia típica de chico malo de película, quizás estábamos ante el rebelde de la serie,
estábamos hablando de Seungyoun quien se había transferido por haberse cambiado de región.
Se escuchaban un montón de susurros, la joven profesora de inglés hizo sonar los documentos de papel en contra del mueble dispuesto en el centro del salón.
— Me es obvio que ya saben que tenemos un nuevo alumno, pero sería algo cortés que permitieran que éste se presente y se siente —. Dijo acomodándose las gafas, y tocó el hombro del muchacho quien tenía una sonrisa juguetona, no pareciera que estuviera asustado o incómodo, había llegado a su propia casa.
Los ojos de Wooseok estaban pegados en aquella persona, una cierta curiosidad que el muchacho habiéndose identificado como: Seungyoun se sentara al lado de él no lo hacía más sencillo.
— Seungyoun, ¿tú eres?—. La voz lo sacó de su estado de absorción, giró la cabeza para ver al muchacho. Trató de no hacer tan obvio que estaba analizando las facciones de éste pero falló, aunque el contrario no dijo nada al respecto y sólo le mostró una sonrisa enorme.
— Wooseok — asintió acomodándose, observaba al muchacho mientras éste entusiasta colocaba palabras en la mesa esperando a que el siguiera su conversación pero había una cosa obvia en él:
mALDITO EXTRA.
— Dejen de parlotear en otro idioma que no sea inglés, ¿acaso no se dan cuenta de que estamos en clase de inglés?—. El comentario interrumpió todo aquello, pero la clase continuó siendo una total distracción para Wooseok, él no dejaba de hablar y ya quería golpearlo un rato.
Sin embargo, al terminar la clase no tuvo que aguantarlo más pues la mayoría del salón estaba sobre él tratando de conocerlo, (Gracias Seungwoo por ser el ke pone orden acá ) sin embargo, Seungwoo intermedió como nunca antes entre chicas exaltadas.
— Excelente, me toca quedarme a hacer el aseo de la sala... cOM GENTE QUE NO CONOZCO— (pucha la custión la Caqui wn) la mirada decepcionada de Caqui estaba buscando a los acompañantes de aquel día, cada día tres alumnos debían quedarse unos minutos limpiando los salones, se turnaban por aleación cada mes, su corazón dio un pequeño brinco, el nombre de Wooseok estaba allí, anotado junto al de ella aquel día.
— JAJAJAAJAJJAJAJAJAJAJAJ TE QUEJAS AHORA PERO UY PERO MIRA—. Caqui tuvo que estamparle la mano sobre la boca para que se quedara callada (terrible oye) al respecto de que a Caqui le gusta mucho Wooseok (em yapo Wooseok dale la pasá porfi) pero nunca se animaba a hacer algo.
Como sea, aquella tarde, Chieri decidió quedarse con Caqui a hacer el aseo más rápido, de todos modos llegar lo más tarde posible a casa era lo mejor.
Venían de buscar algunas cosas para poder limpiar cuando escucharon una voz conocida, la voz de Minhee. Sentado sobre una banca miraba a Hangyul con expresión asustada o... ¿confusa?, bueno, las palabras salieron como mantequilla de sus labios.
— realmente me gusta mucho, me gusta ella pero sé que está con otra persona. Y creo que si me quedo con este sentimiento adentro me voy a volver loco, ¿por qué me fijé en Francia sabiendo que no puedo hacer nada al respecto? — Hangyul palmó con su mano (obvio po irina culia con ke más le va a tocar el hombro al weon xdxdxdxd xdxdxd) tratando de darle a entender que tenía su apoyo y que tenía que estar tranquilo sin querer decirlo porque es obvio que aquellas palabras no serían de gran ayuda —. Es frustrante, ¿has visto como mira a Sung woon? — suspiró, la verdad le dolí ver a su amigo así. Era la primera vez que lo escuchaba y observaba aquella expresión tan dolida de él.
— Creo que lo mejor es decir las cosas. — Minhee abrió los ojos como platos, LEE HANGYUL HABLANDO DE DECIR LO QUE SIENTE???????? — la verdad, es cierto que esos dos pasan muchísimo tiempo, pero, ¿estás seguro totalmente de que realmente siguen siendo novios?, más allá de juegos de amigos, ya ni siquiera los hemos visto dándose besos o agarrándose la mano Minhee, no pierdes nada con intentar—. Toda aquella charla estaba bien hasta que la cubeta cerca de la puerta se escuchó, ambos miraron encontrándose a sus compañeras con una expresión totalmente incómoda en el rostro a lo que Chieri salió huyendo, la vergüenza la comió por completo mientras Caqui trataba de explicar pero Minhee estaba insatisfecho con la idea de que aquella chica con lo chillona que es fuera y le dijera todo aquello que escuchó en el salón a su amiga.
Tenía miedo, porque cuando amas a alguien que ya está amando a alguien más, lo poco que te queda es aquello a lo que in seguramente te aferras y perder eso, no es lo más favorable para el corazón.
Frustrado las manos se pasaron por su rostro, Hangyul tomó las cosas de ambos y avanzó hasta su compañero.
— más vale que no digan nada, es un secreto, un secreto entre los cuatro y más les vale no abrir la boca. — su voz salió seca, la mirada fija en los ojos de Caqui quien seguía estupefacta y sin poder mover las palabras de su cerebro hacia su boca.
El día había finalizado, pero la complicación de los últimos días de adolescencia sólo acababan de empezar, al menos se tenían al otro durante estos últimos y únicos días.