ᴅᴇᴛʀᴀs ᴅᴇ ᴛɪ | ᴏɴᴇ sʜᴏᴛ ʏᴀɴᴅᴇʀᴇs

♠ᴇˢᴘᴇᴄɪᴀʟ/ᴘᴀᴅʀᴇˢ/ʏᴀɴᴅᴇʀᴇˢ|ᴘ.ᴛ 4|

Ser madre es lo que una mujer mayormente desea, ser aquella guardián para sus hijos y velar por ellos, pero... ¿Qué pasa?, cuando una madre es obligada y tiene un pasado turbio con aquel que cuida de la casa.

Especial y última parte padres yanderes.

...

Yandere!¡Sonic

•One Puch Man•

Una y otra vez lamentabas aquella noche, aquella noche en la que tú vida se vio obligada a cambiar, recordabas a tus amigos y amigas, aquello que siempre estaban a tu lado pese a todo, ahora estaban a 50 metros bajo tierra, sencillamente el causante de tu infierno le había resultado fácil de hacerse de ellos.

Ahora con los años pasando y con un nuevo integrante, producto de una violación, tratabas inútilmente de olvidar aquellos recuerdos, donde Sonic mataba a cada uno de tus amigo y como siempre te llevaba a ver, y el como a la fuerza prácticamente tuviste relaciones con él.

Querías gritar, querías volver al pasado, muchas cosas, que por desgracia no podrás, ahora con una sonrisa fingida, solo cuidabas de tu hijo, quien para tu desgracia era él mismo retrato de su padre.

No era un loco de amor, no, él era un psicópata, lamentablemente su padre había corrompido su mente y ahora tu hijo adoraba torturar gente.

Encerrada y con una cadena a tu tobillo, día y noche, todas la veinticuatro horas pasabas en aquella casa, solo esperando a que tu esposo e hijo llegarán con nuevas víctimas, muchas veces quisiste escapar, pero tu lado materno pensaba que tal vez le haría falta a tu hijo, que equivocada estabas, a tu hijo lo único que le interesaba era matar.

Por eso una vez lo intentaste, pero el fallo fue total, por eso ahora permanecía encadenada, sonic por nada del mundo dejaba que salieras, día a día te vivías lamentando.

A tu hijo no parecía importarle, y a tu esposo claro, pero sabia que muy pronto tu también aceptarías a la familia enferma que tenías.

Yandere!¡Gareki

•Karneval•

—Noches de bruja.—él pelinegro considero eso como una broma al ver a su pequeño hijo vestido de vaquero y con una bolsa listo para pedir dulce.

—Mis amigos dicen que es normal aquí en América.—alude con una sonrisa esperando una aprobación de su serio padre, quien discretamente dirigía a cada tanto miradas furtivas a tu espalda.

Para tu suerte estabas haciendo la cena, no tenias porque preocuparte de tu enfermo esposo.

Pero sabías que tendrás que lidiar con un berrinche.

—No...

Los ojos azules de tu pequeño se vieron envueltos en lágrimas.

Siempre era así, tu hijo nunca salía, solo permanecía en su cuarto, y luego escuela, su vida cotidiana de siempre.

Tu hijo incluso tenía momentos de ira, respecto a eso, sin saber que hacer, tu solo eras al igual que tu hijo, una víctima más de tu inseguro y Posesivo esposo.