ᴅᴇᴛʀᴀs ᴅᴇ ᴛɪ | ᴏɴᴇ sʜᴏᴛ ʏᴀɴᴅᴇʀᴇs

♣¡Yandere!¡Sadico!Shin x ¡Sumisa!Lectora

Dedicado:BiancaForraColque

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Anime/Serie: Amnesia Memories.

Abvertencia: Narrado tercera persona, temas de abuso físico y sexual, palabras obscenas, por favor si no te gusta este tipo de género, eres libre de esperar el otro Os, este es un libro para entretener, no quiero ningún comentario fuera de lugar.

Posible Occ.

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Primeramente tu vida era normal. Siempre sonriendo día a día luego de cada jornada laboral.

Con aquella misma sonrisa y con aura de completa paz te ibas hacia tu hogar. Entonces tus ojos brillaron al ver una figura reconocible.

—Pense que no ibas a venir —exclamas con una pequeña mueca preocupada al tan solo pensar que por ti el a lo mejor pidió permiso.

—No, simplemente el jefe me dio horas libre, además creo que estás olvidando algo —responde risueño tomándote de los hombros y plantando en tu frente un beso.

Un pequeño sonrojo se hizo presente ante esa acción. Aunque un poco confundida parpadeas al escuchar su último comentario.

—¿Olvide algo?

Syo río con ternura al ver tu rostro confundido.

—No te preocupes, lo debiste de olvidar por tanto trabajo, es bueno que salieras temprano.

Observo su reloj, apenas y daban las ocho.

Entonces en tu mente hizo un click.

—¡Por Dios!, ¡Syo-kun, lo lamento tenía tantas cosas que hacer que olvide nuestro aniversario!

Entonces ambos se tomaron de la mano. Tu novio olvidando tu descuido, simplemente querían disfrutar de la velada que había preparado para ti.

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Con una sonrisa enorme adornando tu rostro. Te despides con un beso en los labios de Syo, quien con una sonrisa correspondía tu cariño.

Sin saber que la casa vecina de tu hogar. Una figura los veía con recelo y furia contenida.

Entre risas te despides de una vez.

Syo con la misma sonrisa te despides. Observando como te adentrabas a tu domicilio. Por pura casualidad sus ojos verdes dieron en dirección hacia la ventana oscura donde permanecía la figura desconocida para él.

Apretando fuertemente el borde de la ventana. Aquello realmente lo tenía en un estado enorme llamado celos.

Encogiéndose de hombros tu novio suspiro y camino por aquellas calles oscuras. Caminando rápidamente para dirigirse a su hogar y pasar horas hasta dormirse recordando tu rostro sonriente.

Realmente te amaba.

Y esperaba con ansias el día que ambos unirían sus vidas para siempre.