Dedicado a: GVG150906
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Por que estaba condenado a ese destino siempre que deseaba volver a verla
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No.
A Norman no le importaba hacer cualquier cosa por Emma.
Su amada Emma.
Esa niña tan inocente, tan pura, tan brillante ante sus ojos.
También tan tonta e ingenua.
El era un mentiroso y eso qué.
Siempre miente, los niños mienten para obtener lo que quieren.
Mentía siendo un niño bueno, el solo ocupaba esa fachada para conseguir lo que siempre queria.
Mintió al decirle a Emma que escaparían todos juntos.
Igual que Ray, el siempre tuvo de prioridad ellos tres.
Si. En su plan el lo tenía muy presente. Emma, Ray y el. Siempre ellos tres. El no moriría, más que el propio miedo de morir el no quería perder un minuto de ver esos hermosos ojos verdes llenos de esperanza.
No eso podría ser un pecado.
No podía dejar de admirarlos, tan brillantes tan hermosos como su dueña.
Solo ellos dos así su plan de escapar sería de altas posibilidades, la planeación de Ray, lo atlético de Emma y su ingenio.
Para el sí solo hubieran sido ellos tres, ya hace tiempo que hubieran escapado.
Pero no.
Para su amada no era una opción. Ella amaba a su familia y no los dejaría morir. Y el la segia amando tanto que no dejaba de cumplirle sus caprichos
Dulce Emma ¿Porqué haces estás cosas más difíciles?
Su amistad con Ray se vio seriamente afectada cuando supo que el era el traidor.
¿Como una persona como el podía siquiera estar cerca de la pura Emma?
¿Como podían ser amigos?
Lo considero.
Déjalo ya esta podrido.
Fue lo que le dijieron sus instintos al saber la verdad por primera vez, su mente siempre le guardo un poco de rencor, pero después de un tiempo de que le repitiera la verdad ya no fue así.
Llevarlo y dejarlo al momento, como hasta el propio Ray dijo.
Pero nuevamente no.
A Emma no le gustaría. Por que era familia y apresar de todo ella lo perdono.
Oh Emma no sabes lo que haces
¡¿Como podía pasar esto?!
¡¿Quién fue el que quería separarlo de su preciada Emma?!
¡Solamente la escoria misma!
No el no podía morir, ¿Quién vería ahora a Emma? ¿Quién le cumplirá ahora sus caprichos? ¿Quién vería ahora su hermosa sonrisa, su tan atrayente inocencia, la bondad que brotaba de su ser?
Ya no el.
¡Maldición! si tan solo el...
Pero no. Alguien se apiadó de su ser. La misma persona que lo quería separar de su amada lo estaba salvando.