La Declaración (Finalizada)

Capitulo 2

Capitulo 2

(4 años después)

Narra Brooke

— ¿Te acordas de esa noche?

— Claro que me acuerdo amor, fue la mejor noche de mi vida. — dije sonriéndole al hermoso morocho que estaba sentado enfrente mío.

— Y espero que esta noche también forme parte de las mejores de tu vida. — sonrió.

—Claro que sí. — Nuestro cuarto aniversario; imposible que no esté dentro de ese grupo. Imposible que haya algún día de mi vida junto a este hombre que no forme parte de los mejores.

Liam le hizo seña a un mozo que asintió con un movimiento de cabeza y desapareció en la cocina.

— Nos van a traer el postre — me informó.

— Pero...no elegimos nada todavía.

— Me tomé la libertad de elegirlo yo. — dijo sonriéndome, a lo que yo le devolví el mismo gesto.

— ¿En qué andas Liam?

— Emm...en auto. — dijo haciéndose el gracioso, yo reí ante su tonto chiste.

— Hablo enserio. — dije poniéndome un poco seria, quería que me dijera que pasaba.

— Y yo también, es más, te traje en él. — lo miré significativamente, para que entendiera. — Ok, no ando en nada raro amor. — dijo mirándome con dulzura y acariciando mi mano. Todavía no podía creer que con simples actos como esos, me enamorara cada día más. — Simplemente quise hacer algo diferente.

— Gracias. — le dije sonriendo y acariciando con mi pulgar su mano que seguía entrelazada con la mía.

— Gracias a vos hermosa. — besó el dorso de esta. — Cada día que pasa me haces el hombre más feliz del mundo. Te amo.

— También te amo, morocho lindo. — me sonrió y se inclino sobre la mesa para poder besarme. Un simple rose de labios, pero para mí era lo más maravilloso.

En ese momento llegó el mozo con los platos del postre.

— Que lo disfruten. — dijo después de colocarlos enfrente nuestro, para luego retirarse.

— ¿Qué es? — dije tomando la cuchara y mirando su plato.

— No se...algo con nombre francés. — dijo riendo, yo lo secundé. Mientras se pueda comer, él ni se preocupaba por el nombre que tenía ni nada.

Al momento en que bajé la vista me llevé tal sorpresa que se me cayó la cuchara de la mano, por suerte sobre la mesa sino habría hecho un ruido tremendo.

— Oh por dios! — dije tapándome la boca. Levante la vista, y lo encontré mirándome expectante con una enorme sonrisa. Se levantó de su silla, camino hasta donde estaba yo, tomo el anillo que se encontraba a un costado de mi plato y se arrodillo. En ese momento sentí como lagrimas querían salir.

— Brooke hace un momento te dije que cada día me haces el hombre más feliz del mundo y quiero que eso sea para siempre. Quiero compartir el resto de mi vida con vos, formar una familia y hacerte feliz. — dijo sosteniendo mi mano, la cual temblaba, y siempre mirándome con esa dulzura tan característica de él. — ¿Me harías el honor de ser la Señora Payne?

No lo podía creer, eso con lo que había soñado tantas veces ahora se estaba haciendo realidad. Las lágrimas de felicidad que en un principio traté de reprimir, ahora salían una atrás de la otra. No me salían las palabras, estaba totalmente muda, y no era para menos, no todos los días el hombre de tu vida te hace una propuesta como esa.

Hice un movimiento constante con la cabeza en señal de aprobación y como pude le dije que sí. La gente que se encontraba en las mesas alrededor nuestro y los mozos comenzaron a aplaudir.

— No sabes lo feliz que me haces en este momento. — dijo colocando el anillo en mi dedo anular.

Al momento en que terminó, me lancé a sus brazos. Lo abracé lo más fuerte que pude. Lo amo tanto y no puedo creer que vaya a compartir el resto de mi vida con él.

— Te amo. Es el mejor regalo de aniversario que me podes haber hecho. — dije cuando me separé un poco para tomar su cara entre mis manos y besarlo.