diez

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las semanas pasaron y las notas anónimas le seguían llegando a yoongi, aún no estaba seguro de quien sea su admirador, sin embargo estaba en busca de aquel chico.

era lunes y yoongi se encontraba en la biblioteca, estudiaba para su examen de inglés, él pequeño era bueno en inglés, para que mentir, sin embargo prefirió ayudarse un poco más, aparte tenía dos horas libres y no tenía nada más que hacer, sus hyung's estaban en clase y jungkook faltó, pues según le había informado se encontraba resfriado desde la semana pasada.

yoongi estaba tan inmerso en sus apuntes de inglés que no se percató cuando jimin se sentó justo frente a él, jimin carraspeo varias veces hasta que yoongi levantó su cabecita asustado y lo miro.

-oh jimin hyung...¿que hace aquí?-

-lo siento, ¿te molesto?-

-no, no, claro que no, solo pensé que se había ido y no regresaría hasta que nos toque clase.-

jimin sonrió y dejó su mochila en la mesa donde se encontraba también la mochila de yoongi junto a sus cuadernos.

-¿como sabes que me voy a casa cuando hay horas libres?

custiono el mayor de ambos con una ceja alzada y una sonrisa, yoongi al percatarse de lo que su mayor le había preguntado entró en pánico.

-eh no, bueno, yo no, es que yo lo veo irse, no soy un chismoso ni nada.-

finalizo con una sonrisita nerviosa, jimin simplemente asintió no muy convencido, por otro lado jimin se contenía las ganas de gritar lo lindo que era yoongi y apuchurrarlo entre sus brazos.

-de acuerdo, ¿que haces aquí?, y ¿porque estás sólito?-

-estudio para inglés, y bueno mis hyung's están en clase ahora y kook esta enfermo.-

-oh ya veo...entonces, ¿no te importa si te hago compañía?-

-quédese, me gustaría conocerlo mejor hyung.-

agregó honestamente el pequeño yoongi, quería volverse cercano a jimin, al chico amable e inteligente de su clase, al chico de bonitas mejillas, al chico que ahora era castaño, yoongi no entiendo como es que de repente le entró un gran interés en conocer a jimin, le parecía bastante lindo y tierno, odiaba escuchar como jimin era muy burlado en su instituto, pues yoongi no era tonto, muy a menudo molestaban a jimin por haber ingresado a la escuela gracias a una beca, sin embargo el de tez pálida podía notar como es que a jimin no le afectaba tanto aquellos comentarios y burlas sobre su beca.

-¿enserio?, qué alivio, creí que me rechzarias.-

respondió de manera suave, jimin se retiro su chaqueta y la dejo caar algo brusco encima de su mochila, haciendo que esta se moviera un tanto dejando caer unas tres paletas de uno los bolsillos que tenía la mochila.

yoongi rápidamente miró las paletas y abrió en grande sus ojos, esas eran las paletas que su admirador le dejaba junto a sus notitas, ahora yoongi no sabe si jimin es cercano a su admirador o jimin es su admirador, de todas formas veía muy precipitada la idea de tachar tan fácilmente a jimin como su admirador, y siendo sinceros apenas conocía al mayor.

-¡esas paletas son mis favoritas!-

hablo yoongi esta vez.

-¿de verdad?, también son mis favoritas, si quieres toma una.-

jimin trato de verse normal y no tan obvio, esas mismas eran las paletas que le dejaba a yoongi, y ahora no era momento para decirle a yoongi que era su admirador, tal vez más adelante.

-¡gracias!, ¡eres muy amable!-

yoongi tomó una sin dudarlo y la abrió tan rápido como pudo, eran sus favoritas como negarse a sus caramelos preferidos, ambos se quedaron en un silencio no incomodo, si no un silencio cómodo y cálido, yoongi arrugó la naricita y habló para romper aquel silencio entre ambos.

-me gusta su nuevo color de cabello hyung, le queda bastante genial.-

-gracias pequeño, tú no te quedas atrás, te ves muy bien con el azabache.-

-fue una sugerencia de parte de mi mamá y me gustó mucho, mucho como me quedó.-

yoongi aplaudió feliz y dio unas cuantas lamidas a su paleta, miró nuevamente al castaño y se acercó lentamente pasando una de sus manitos en las mejillas de su contrario.

-que bonita mejillas tienes hyung.-

jimin había quedado rojo, ¿porque yoongi parecía tenerle confianza de hace años?, por otra parte yoongi simplemente se lejo suavemente y le sonrió.

-entonces cuéntame de ti.-

ambos estuvieron hablando aquellas dos horas libres sobre sus gustos, disgustos y demás, ahora yoongi sabía el porqué de la cicatriz de jimin en su mano derecha y jimin ahora sabía porque yoongi amaba tanto esas paletas, cuando dio la hora de volver a clases jimin tomó su chaqueta junto a sus cosas y miró a yoongi.

-¿vamos al salón?-

yoongi asintió frenéticamente y sin esperar más guardo sus cuadernos y se colgó su mochila tomando las correas de los lados de esta.

-vamos.-

el mayor simplemente asintió y comenzó a caminar directamente hacia su salón, volvieron a quedarse en silencio como al principio, sin embargo no era incomodo nuevamente, los dos llegaron al aula sin problemas y tomaron sus respectivos asientos, bueno...algo así, jimin tomó asiento como de costumbre en la tercera fila a un lado de la ventana, nunca nadie tomó el asiento junto a él, por lo que por lógica estaba vacío desde que comenzó el año escolar.

por otra parte un emocionado yoongi tomó sus cosas y las dejó caer en aquel asiento vacío junto al de jimin, este lo miró sorprendido.

-¿uh?, ¿yoongi?, ¿que haces?-

-duh...no es obvio, me siento junto a ti, porque ahora seremos, ¡muy buenos amigos!-

-sí...amigos.-

repondio de manera suave, no iba a mentir la idea de que yoongi se esté interesando en su persona y el echo de que quiera ser su amigo le ponía muy feliz, sin embargo solamente espera no salir lastimado, pues le encantaba la idea de tener una bonita amistad con yoongi, pero lo que más deseaba jimin era llegar a ser algo más de ese pequeño de tez pálida y cabello azabache, deseaba tanto que su bolita de azúcar lo quiera y ame tanto como el lo ama y quiere.

besitos de miel - 𝗷𝗶𝗺𝘀𝘂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora