primer capítulo

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- Ya voy, ya voy... - murmuró la aun medio dormida muchacha ante la insistencia de su mejor amiga y doncella.

- Dices que ya vas pero no te levantas. Venga babieca, que tengo que ayudarte a lavarte y vestirte- contestó la rubia.

La joven se levantó de la enorme cama con pereza y pesadez y se dirigió al baño acompañada de su doncella.

- Recuerda que hoy tienes que estar perfecta, hoy conocerás a tu prometido.- intentó animar (sin mucho éxito) la chica a su amiga.

- ¡No! - gritó la noble - no, por favor...

- Sabes que eso no depende de mi, Keyra. No puedo hacer nada para evitarlo-

- Pero puedes ayudarme a hacerlo- dijo pensativamente la joven noble.

- ¿En que piensas? - preguntó la rubia

- Aura, necesito que me encubras.

- ¿Es una orden secreta?- preguntó sonriendo ladinamente la nombrada.

-Si, si lo es - contestó sonriendo casi maniáticamente Keyra.

~~---~~

- Por supuesto que puede ver a su futura esposa, señor - dijo el rey - ¡traed a mi sobrina!

- Señor, la joven no se encuentra por ninguna parte.- dijo un siervo cruzando un arco que hacía de comunicador entre ambas habitaciones.

-¿¡Que!? - vociferó el rey - ¡pues traed a su doncella de compañía ante mí inmediatamente!-

- A sus órdenes mi señor - contestó el hombre asustado.

- Soltadme ahora mismo, yo puedo andar sola. ¡Como no me soltéis se lo comentaré a Keyra! - los sirvientes la soltaron de inmediato.

Keyra era lo más parecido a la princesa así que era muy respetada.
Hace mucho tiempo, el rey falleció dejando a sus dos hijos menores de edad a cargo de un reino que no podían controlar. A cambio de protección y una regente para el reino, ambos muchachos debieron jurar que el primero que tuviese un hijo, fuese chico o chica, colocaría a este ser como sucesor del reino, puesto que ese era el deseo del antiguo rey. El antiguo rey escribió en su testamento que el reino lo heredaría el hijo que ganara una competición de lucha, independientemente de si era el primero en traer al sucesor del reino o no. El ganador fue el actual rey, aunque el primero en traer al mundo a una criatura fue su hermano menor.

La doncella caminó decidida por el pasillo hasta llegar a los pies del trono donde estaba sentado el rey. Cómo muestra de respeto se inclinó ligeramente hacia delante haciendo una reverencia ante su majestad.

- ¿ Me ha mandado a llamar mi señor ? - preguntó delicadamente la joven doncella.

- Si Aura, ¿ Donde está mi sobrina ?-

- Me temo mi señor que la señorita se encuentra ocupada en estos momentos -

- Pues tráela aquí de inmediato, el joven príncipe del reino vecino a venido a cortejarla -

- Siento decirle milord que no se puede permir distraerse en estos momentos. La señorita está en su clase de Etiqueta y usted sabe lo importante que es para una " princesa rebelde "  aprender severos modales - dijo ella en un tono seguro y decidido.
- A no ser... Claro está que quiera otro inconveniente con el invitado. Acuérdese de la vez anterior -

FlashBack

- Esto es una grave ofensa mi señor - habló un joven pretendiente con su rostro rojo por la furia.

- Lo sentimos mucho príncipe Zack. Hablo en nombre de todos cuando digo que estamos muy arrepentidos por lo ocurrido - se disculpó el rey.

Resulta que ese día vino de imprevisto uno de los pretendientes de la princesa. Este sujeto entró como si el palacio fuera suyo y fue revisando una por una las habitaciones del castillo exigiendo que quería ver a la señorita de inmediato. Cuando dio con la habitación correcta coincidió con el momento en el que la chica salía del baño. Cómo podréis adivinar al notar al intruso se puso a la defensiva y empezó a tirar todo lo que tenía a su alcance a la cabeza de él. Incluyendo varios insultos y un baño de agua para terminar. Aunque parezca absurdo y a pesar de que el rey sabía que era culpa del chico ordenó a la princesa a pedir disculpas. Evidentemente el joven no volvió más a reclamar casarse con Keyra.

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