La unidad especial de elite se había desintegrado pero ciertos eventos hacen que Wiston llame de nuevo a todos los agentes para combatir enemigos que desean terminar con la paz.
Pero encuentran una nueva esperanza. Un nuevo recluta llama a una perso...
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Perspectiva.
Cada persona posee una perspectiva sobre algo. Ya sea el sabor más rico de helado o la mejor película. Cada quien tiene una visión diferente de una misma cosa. Al mirarlo de fuera es algo sorprendente, de alguna forma cada uno de nosotros le podemos dar mil y un significados nuevos a solamente un objeto o una situación.
Pero ahora, la perspectiva es la que decide varias cosas por nosotros.
La primera guerra Omnica fue tenebrosa. Los humanos se enfrentaron literalmente a máquinas, creadas para ser más fuertes y no cansarse, no detenerse, hasta cumplir su misión. Fue horrible porque parecía que no acabaría, una pesadilla sin fin, hasta que nació esperanza.
Overwatch: un grupo elite de personas increíbles y no solo personas, seres que querían que todo el caos, la tristeza y el dolor parara. Tratar de sanar aquello que nos quedaba a todos. Lucharon en todos los lugares. Un equipo fuerte que llevo a una nueva era donde los humanos pudieran convivir con los omnicos, que también deseaban armonía y paz.
Pero de un momento a otro, las personas empezaron a ver a Overwatch como personas peligrosas.
Un grupo de personas que destruyeron a los Omnicos, es suficiente para asustarlos porque las demás persona son simplemente... humanos. Débiles por naturaleza ante fuerza bruta o super-inteligencia. Así que los tacharon como criminales.
Y es cuando el mundo vio que entre los brillosos rayos de grandeza de la paz ganada, crecía poco a poco la oscuridad con más redes y fuerza.
El mundo volvió a ser impredecible.
Había dos bandos, quizás más. Los que todavía estaban haciendo esfuerzos para tener una sociedad en paz con los omnicos y los que solo los veían como máquinas. ¿Los demás? Son los que se beneficiaran de cada bando, dependiendo de como lo veas. Ayuden a los que crean odio o los que creen con el corazón. ¿Serán malos o buenos?
En esos tiempos, cuando solo observaba las cosas con ojos inocentes, tampoco sabia identificar que era bueno y que era malo. Pero a la mala entendí que aquellas máscaras obscuras no eran buenas noticias.
El caos generó peleas callejeras en varias ciudades pequeñas, sobretodos aquellos pueblos que comercializaban bienes a las grandes ciudades.
Entre peleas y gritos siempre había balas perdidas. Pero casi nunca se encontraban en el suelo, siempre herían a alguien.
Mis padres fueron una bala perdida, o como las autoridades lo llamaron: "Daño colateral". Mis papás eran aquellos que pensaban en un mundo con Omnicos y humanos. Supongo que ese fue su primer error; considerarse héroes.
Antes de todo esto, los huérfanos era un tema preocupante. ¿Qué futuro les espera a esas pobres inocentes almas? Pero con el paso del tiempo, la visión cambio. Éramos un problema y los recursos eran escasos. Tenías suerte si alcanzabas espacio en un albergue. Yo no fui una afortunada.
Me trasportaron a otra ciudad, pero después de unos días fue atacada. Tenía miedo. Fuego y cuerpos se encontraban en cada dirección que tomaba, no sabía donde ir. Hasta que un niño me ayudo. No me dejo sola y me guio ¿A dónde? Nunca estuve segura, pero en ese momento no me importaba.
Pero ese día fue la primera vez que vi las máscaras obscuras, que después descubrí que le pertenecia a la organización que se llamaba Talon.
Y Augustin no dudo en unirse a ellos para volverse fuerte y sobrevivir, y me llevo con él.
Él era bueno en el campo, rápidamente subió de rango y gano el respeto de los generales, pero yo era otra historia. Ganar fuerza era difícil, las peleas de cuerpo a cuerpo no eran mi especialidad, me defendía con armas a distancia, pero no lo suficiente para que rápidamente los demás me vieran como una perdida de tiempo y espacio.
Inservible. Débil.
Pero alguien tenía los ojos puestos en mí, pero no como yo deseaba.
La científica Moira O'Deorain se acercó a mí, diciendo que veía potencial en mí, y me di esperanzas que por fin alguien veía que puedo llegar a ser buena si me daban la oportunidad, así que la seguí sin pensarlo, creyendo que me daría una mano para volverme fuerte.
Y me volví fuerte.
Más bien... me volvieron fuerte.
Los recuerdos son borrosos, mis gritos me volvieron sorda por horas, el dolor era nauseabundo e imparable.
Pero en lo que me creo, en lo que me convirtieron, cada maldito día lo veo claramente.
Perspectiva.
Una voz en mi cabeza me grita, que por mi ingenuidad me paso lo que me paso, que por mi culpa me convertí en este demonio que yo mismo intento matar, pero la otra voz me dice que conseguí lo que tanto deseaba; fuerza, rapidez, poder.
Al estar entre dos mundos, al estar fuera de la imagen, puedes ver más de un detalle que puede cambiar todo. Pero si ves las dos imágenes distorsionadas, combinadas y borrosas, ¿Cómo distingues cuál es cuál?
Por eso, salgo a buscar las mil historias para poder ver la imagen completa y ser el verdadero poder que realice justicia al verdadero culpable.
Y lo haré incluso si me pierdo en el camino.
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