2. The way I am

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La luz del exterior iluminó parcialmente el aula 107 que hasta ese momento se encontraba en total oscuridad

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La luz del exterior iluminó parcialmente el aula 107 que hasta ese momento se encontraba en total oscuridad. Lo primero que vio Kotori fueron las diapositivas de la pizarra reflejadas en los lentes de la profesora Takami, que giró la cabeza en su dirección apenas la puerta fue abierta. Se veía molesta por la interrupción, tan molesta que ni siquiera se empeñó en ocultar la cólera de su rostro.

—Buenos días... —saludó Kotori, pero solo fue recibida por un silencio que se prolongó por varios segundos y las miradas indiferentes de sus compañeros. Algunos parecían verse sorprendidos ante su tardanza y atrevimiento, no se podía saber con exactitud debido a la oscuridad. Había muchos rostros que ella desconocía. La mayoría aparentaban ser más jóvenes que ella. Y aunque de todos esos rostros, uno llamó su atención, lo dejo pasar por la tensión del momento y la voz de la vieja profesora.

—Buenas noches, querrá decir... —contestó burlándose. Sonaba mucho más vieja de lo que aparentaba, como una de esas brujas verdes con verrugas y sombrero negro que aparecen en los dibujos animados—. Tome asiento, por favor.

Kotori acató la orden sin decir alguna palabra y se dirigió a los asientos de atrás, en la parte más alta. Suspiró aliviada mientras subía las escaleras. Parte de su nerviosismo se debía a la profesora. Era un demonio, un demonio bruja. Había escuchado rumores de ella por parte de unas chicas con las cuales solía coquetear en sus ratos libres. Como el hecho de que la señora Takami investigaba a todos sus estudiantes al inicio de cada semestre para así detectar a los más problemáticos y tomar sus respectivas medidas; eso y que bebía sangre humana en cada luna llena. Si lo primero era cierto, Kotori pedía que, por favor, el motivo de su vergüenza no sea mencionado en frente de toda la clase. ¡Pero vamos!, ¡ningún profesor podía ser tan malvado!

—Espero que todas sus asistencias no sean de esta forma —comentó Takami toda irritada—. No querrá repetir el curso, otra vez, ¿no, señorita Minami?

Enseguida, unos cuantos murmullos y risitas resonaron en el salón. Kotori se sonrojo de vergüenza. Los rumores eran ciertos. De pronto, pareció que la temperatura aumentó, su frente empezó a perlarse de sudor. Tal vez porque el salón no era muy grande o porque estaban las ventanas cerradas. A la vez, una ira silenciosa se acrecentaba.

—No, profesora —contestó controlándose. Apretó más fuerte la correa de su mochila y continuó su camino hacia los asientos del fondo, al ritmo que la profesora reanudaba su clase.

Era fabuloso. Primer día y ya se sentía fatal.

Subió mirando al suelo, hasta que una voz familiar le llamó. Ella la reconoció y sorprendida, levantó la mirada para verificar que su sentido de la audición no le fallaba.

—Hey... —Saludó una chica de cabellos anaranjados y ojos azules.

—¿Honoka-chan? —preguntó Kotori anonadada.

—¿Acaso no me ves?

Se hizo un costado y le dio a Kotori el asiento junto al suyo.

—¿Así que... tú también repetiste Inglés? —pregunto después de sentarse.

Rock bottom [KotoUmi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora