Fictober Dramione

DIA 5 MUÑECA

Sus ojos se abrieron con pesadez, su cuerpo se sentía algo entumecido por estar en la misma posición por mucho tiempo y su cabeza dolía como si una pelota reboto en ella; no recordaba a qué horas se durmió ni adonde, así que paseo su vista por la habitación en la que únicamente se encontraba un juego de comedor para dos, una cama y una lámpara. Se alarmo enseguida al no reconocer el lugar ¿Dónde estaba?, ¿Cómo llego a ese extraño lugar?, ¿Seguía en el colegio? Y la más importante ¿Seria este un sueño o en verdad se despertó en un sitio desconocido sin recordar absolutamente nada sobre como llego ahí? Esas preguntas eran las que deseaba resolver pero para eso debía buscar una manera de huir de ese lugar o recordar como llego hasta el.

Intento levantar los brazos para levantarse cuando sintió una presión que la detuvo, observo su brazo derecho y encontró una luz azul rodear su muñeca, extrañada por el descubrimiento intento tocarla; sin embrago al hacerlo sintió una descarga de electricidad que la hizo brincar, este hecho la aterro aún más sobretodo porque cuando toco lo que identifico como una atadura mágica escucho un siseo de dolor a su lado, al instante busco al causante de tal sonido y se sorprendió de ver a nada más y nada menos que a Draco Malfoy sentado a su lado aparentemente dormido. Sorprendida pero más que nada curiosa observo al rubio, su cabello lucia despeinado, su ropa se veía mal colocada y su rostro sereno, lo opuesto al Malfoy que ella conocía, en ese estado parecía más humano y normal, y no aquel Slytherine orgulloso que disfrutaba fastidiarla.

Lo observo un rato admitiéndose a sí misma que el rubio era atractivo, si lo había dicho Malfoy no era nada feo sobre todo cuando no tenía ese rostro de arrogancia y aburrimiento que siempre lo caracterizaba.

-Ya deja de mirarme Granger, que vas a desgastarme- Dijo Draco sacando a Hermione de su estado de ensoñación haciendo que la castaña saltara lo más lejos del Slytherine posible pero al estar atados lo único que logro fue traerlo con ella y que ambos cayeran al suelo.

-Maldita sea, Malfoy. No me asustes de ese modo.-Se apresuró a decir Hermione aunque al ver la posición en la que acabaron se sonrojo pues el rubio estaba encima suyo y sus rostros estaban tan cerca que podía distinguir muy bien el color de ojos de Draco. –Y puedes quitarte de encima, me asfixias-Dijo tratando de disimular lo nerviosa que se encontraba por la cercanía del rubio.

-Está bien Granger, tampoco es que disfrutara estar en esta situación, además todo esto es tu culpa de todas formas.-Dijo el rubio levantándose y sentándose lo más alejado de ella que podía sin que las ataduras lo empujaran.

-Como se supone que todo sea mi culpa, seguramente terminamos metidos en esto por tu culpa y no quieres admitirlo.-Respondió la castaña comenzando a irritarse con la actitud del rubio.

-Yo creo que es lo opuesto, solo piénsalo es la oportunidad perfecta; finges un secuestro para encerrarte conmigo en una habitación, me atas a ti para que no pueda escapar y puedas aprovecharte de mí todo lo que quieras.-Dijo Draco con una sonrisa orgullosa y muy seguro de sus palabras mientras Hermione lo miraba sin poder creérselo.

-Eres tan engreído Malfoy, enserio crees que yo sería capaz de hacer todo eso.-Preguntó Hermione alterada y al ver como el rubio asentía su enojo aumentó.

-Claro, para muchas seria la oportunidad perfecta.-Dijo Draco disfrutando ver a la Gryffindor con los labios fruncidos y los puños apretados, definitivamente le gustaba mucho molestarla.

- Estás loco si piensas que yo haría algo así, ¿Por qué iba querer estar encerrada con un idiota como tú?-Pregunto Hermione irritada con lo engreído que podía llegar a ser el Slytherine.

-Eso dices ahora pero hace unos minutos me observabas como si quisieras comerme o aún mejor besarme, Granger.-Dijo Draco buscando provocar aún más a Hermione.