Capítulo 2 - Desesperación

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Notas: Como tendrá sólo 3 capítulos, el desarrollo será muy, como decimos en Venezuela: "a lo coño de tu madre". Disculpen si hay cosas que no entienden o algo uwu. Intentaré explicarlo todo mañana (?).

Prompt: Primera vez


Hide and Seek

Desesperación


El astro rey en la inmensidad del firmamento azul brilla con intensidad sobre la Torre Koi. Eso le indica a Lan Xichen que el mediodía está transcurriendo con parsimonia. Los fulgores que emite aquella estrella calientan sus níveas mejillas, sosegando con lentitud la agitación de su corazón. Luego del evento acontecido la madrugada anterior, Lan Xichen no fue capaz de conciliar adecuadamente el sueño.

Sus elucubraciones estuvieron atestadas de pensamientos sobre Jin Guangyao. Momentos donde compartían sonrisas en las intimidades de su pabellón privado cuando una conversación particular se llegaba a tornar candente, en consecuencia abochornándole. Jin Guangyao siempre fue un hombre respetuoso y nunca lo humilló, pero conocía muchas cosas que compartió en secreto, llenándole de extraños pensamientos ansiosos.

Pensamientos que compartió con vergüenza, y Jin Guangyao siendo el hombre caballeroso que fue, ayudó a que ese apocamiento se transformara en otra emoción. Un sentir mucho más ansioso y desesperado, pero sin duda, hermoso.

Ahí, en ese mismo lugar, en la intimidad de su pabellón privado, Lan Xichen pudo ser finalmente aquel hombre cuyos bajos instintos probó por primera vez, dejándolos emerger a la superficie. Aquel pabellón privado, ese donde ahora yace, el aroma de Jin Guangyao sigue presente: aún su percibe la fragancia de las peonías, la primavera; y la idea de dormir ahí, sin tenerlo a su lado está asesinándolo, conduciéndolo a un estado de profunda desesperanza.

Está de más acotar que no pudo conciliar el sueño. Aunque es un hombre con suficiente fuerza espiritual para poder soportar largas noches en vela, el péndulo interno ya está comenzándole a pasar cuenta de su deuda.

Infinitas noches han transcurrido desde la muerte de sus hermanos jurados y el sueño parece que también le ha desamparado. El Hanshi ya comienza a apestar al sentimiento que le genera la soledad y el desvelo, dejando huellas permanentes en su semblante quebradizo.

Ahora, estando en el muelle del jardín exterior, justo afuera donde yacen las peonías moviéndose al son de la suave brisa que trae consigo el mediodía, Lan Xichen bebe con lentitud el té que un sirviente le trajo hace unos segundos, degustando también pequeños bocadillos provenientes de la región Lanling. En silencio y meditabundo, contempla todo a su alrededor.

En toda el área del muelle que una vez perteneció a Jin Guangshan para agasajar a sus doncellas, crearon un nuevo pabellón, más grande, con una cubierta de madera hueca cuyo adorno principal son ramificaciones de hojas aéreas que se entrecruzan con elegancia para ofrecer sopor, dejando que los rayos del sol apenas se filtren.

Lo justo para brindar calor, pero no al punto de causar incomodidad.

Bajo este nuevo pabellón, diversos cojines níveos con esbozos de peonías de varios colores se sitúan alrededor de las mesas ubicadas a lo largo del muelle. Las personas que asistieron al evento, lo hicieron con un fin en particular: crear alianzas y ubicar a sus progenies en contratos matrimoniales. Y ah, sí, aprovecharse de la opulencia brindada por la secta Jin Lanling.

Lan Xichen no está ahí por ninguna de las dos, aunque Lan Qiren diga lo contrario, aunque su deber como líder le susurre que le faltan cinco días para conseguir a alguien que esté dispuesto a pasar una eternidad a su lado soportando su desdicha y los suspiros quebrantados de un amor no superado.

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