Si, habían pasado mucho tiempo separados. Dos años eran suficientes para darse cuenta de cuánto necesitaba a Luffy en su vida.
¿¡Pero tenían que volver a separarse!?
Zoro no protestó. No podía hacerlo si era una orden de su capitán.
Él buscaría a ese cocinerucho que nadie necesitaba y él iría a Wano.
¿Cómo no iba a molestarse con el rubio si no dejaba de arrebatarle su tiempo con su novio?
Porque sí, eran novios. Lo eran desde que rescataron a Robin en Ennies Lobby. Mientras se hospedaban en Water Seven ocurrió. Aún podía recordarlo...
Era de noche.
Todos roncaban. Luffy el que más.
Y por una vez Zoro no dormía bien.
Las imágenes del cuerpo malherido de su capitán no dejaban de recorrer su cabeza.
Y por encima había perdido una espada... ¿Cómo le sería útil si ni siquiera podía mantener el filo de sus espadas? Se dio asco, pero sabía que no debía pensar en ello. Pronto encontraría una nueva. Aun así el sueño no quiso ir hacia él y se quedó a solas con su mente putrefacta.
Para despejarse salió al aire libre. O eso intentó, porque tropezó con el estómago hinchado de Luffy y cayó de bruces.
Entonces lo vio de cerca. Comenzó a desperezarse. Sintió su aliento tibio en la frente.
Y Zoro tuvo que tragar saliva. Porque nunca se había fijado en lo bello que era su capitán ni en lo tiernos que se veían sus labios a centímetros de los suyos.
—¿Zoro? ¿Pasa algo?
El espadachín se apartó rápido e se puso de pie. Su capitán no dejó de observarlo con curiosidad desde el suelo.
—Iba a tomar un poco el aire, nada más.
—¡Oh! ¡Ya veo! —Comentó más despierto de lo que parecía estar—. ¡Yo también voy!
Y eso es lo último que deseaba, pero no era nadie para negar los deseos de su capitán. Caminaron hasta la puerta y lo dejó pasar antes. No por cortesía (Zoro no tenía de eso) sino para tener un segundo más de calma para ordenar sus pensamientos.
Recortado bajo la luz de la luna, el efecto fue el contrario. Los pensamientos confusos se convirtieron en verdades tan grandes que no podía procesarlas.
Y ahí supo que estaba enamorado de él.
—Luffy, ¿sabes lo que es el amor?
Lo observó con la boca abierta pero sin ninguna expresión clara. Para sorpresa de Zoro, el pelinegro asintió después de unos segundos.
—Una vez le pregunté a Nami por eso cuando me habló de Robin. Y me lo explicó por encima.
—Y... —Tragó saliva—. ¿Alguna vez te has enamorado?
—Si —Cuando Zoro sintió que se le rompía el corazón, confirmó que de verdad sentía algo por él. Que esa admiración hacia su capitán no era "admiración" y que el dolor por cada herida que recibía era más que orgullo y preocupación—. ¿Y sabes de quién?
Prefirió negar y no sacar conclusiones precipitadas. Sus ojos negros brillaban ante la luz de la luna. Le habría gustado saber si los suyos verdes estaban tan apagados como le parecía.
—¡De ti!
Oh, había sido una declaración estúpida y sin sentido. El momento más tenso y más cómico de su vida.
Pero lo prefería a aquella angustia al no saber qué le podría estar pasando. Lejos de él, rodeado de enemigos y sin forma de comunicarse.
Zoro deseaba que el reencuentro llegara de una vez, pero no desobedecería una orden de su capitán.
Por lo que esperó y esperó. Deseando que el brillo de su sonrisa le iluminase de nuevo en medio de aquel lugar tan gris y deprimente como Wano.
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Separados (ZoLu) (Yaoi)
Cerita PendekZoro y Luffy separan sus caminos. Y el primero solo puede lamentarlo. Portada diseñada por la editorial Nakama Squad y por la editora Bonney.