Believer (Jack Frost & OC)

Un pequeño susto

ELIZABETH

¡Aun no podía creerlo! ¡Era el mismísimo Jack Frost! Me di dos peñizcos en mi brazo derecho para ver si era un sueño pero para mí grandiosa realidad no era un sueño, ¡era la realidad! Ahora estaba más emocionada que antes, di un grito ahogado de alegría, mi día no podía ser más perfecto, el timbre me hizo reaccionar, tenía que ir a clases, recogí la pequeña pala y salí corriendo adentro de la escuela, para así continuar con mi día, a decir verdad no estaba concentrada en clases, me la pase mirando por la ventana, bueno, eso era de todos los días pero ese día ni lograba escuchar las voces de mis compañeros y maestros, lo único que pensaba era en que había visto a Jack Frost, ¡¿cómo era que no me había dado cuenta que era él?! Quizás fue porque me agarro desprevenida, el timbre de salida sonó, guarde mis cosas y salí lo más rápido posible del salón, quería contarle a Emily lo sucedido, si, parezco una niña de 6 años pero ¿qué harías tú si conocieras a tu guardián favorito? Quería contárselo a alguien y la persona indicada era Emily, corrí a la escuela de Emily, logre verla a lo lejos, sentada en una banca que estaba afuera de su salón, estaba platicando con su mejor amiga, Dalila, bueno, al menos me alegraba saber que ella si tenía amigas, Dalila me vio y le dijo a Emily, inmediatamente ella volteo a verme y yo la salude con la mano, Emily se despidió de Dalila y corrió hacia mí, yo me agache y la abrace, a decir verdad mi pequeña hermana se sorprendió un poco, por lo regular siempre alborotaba su cabello, ese era mi forma de saludo, pero estaba tan emocionada que quería que ella se diera cuenta de ello.

-¿Estas bien hermana?- Emily rio un poco y se separó de mí.

-Sí, estoy de maravilla- Reí ante la pregunta de mi pequeña hermana. –¿Sabes? Hoy me paso algo muy alocado en la escuela- Me levante y tome la mano de mi hermana para así empezar a caminar a casa juntas.

-¿Si? ¿Que fue?-

-El día de hoy... Vi a Jack Frost- La expresión de mi hermana fue de sorpresa y emoción, soltó mi mano para ponerse frente a mí y alzar sus brazos en forma de alegría.

-¡¿Enserio?! ¡¿Hablas enserio?!- Reí un poco ante su reacción, sabía que sería la única que me creería, claro, también papá, así que a él también le contaría.

-¡Claro! Me ayudo a limpiar las bancas del patio de la escuela- La expresión de Emily cambio, ahora seria y tenía sus brazos cruzados, creo que escuchar que limpiaba las bancas no le agrado.

-¿Y porque limpiabas las bancas? ¿Acaso te volviste a meter en problemas?- Ok, para ser una niña de 8 años era más seria que yo, reí un poco, ver su expresión seria siempre me daba risa.

-¡Oh, vamos Mily!- Sabía que eso la enojaría pero me gustaba molestarla, ese era mi trabajo de hermana mayor, la cargue y empecé a hacerle cosquillas en el cuello, eso nunca fallaba, ella empezó a reír y a tratar de cubrirse con sus brazos su cuello.

-Para, para...- Reía más fuerte, yo me detuve para que tomara aire y seguí caminando.

-Está bien... ¿qué te gustaría comer enana?- Emi se acomodó un poco su blusita.

-¡Espagueti!- Alzo sus brazos, siempre lo hacía cuando se emocionaba.

-No sé porque pregunto, tu siempre dirás espagueti- Emily rio y coloco sus manos en su boca.

Caminamos o más bien seguí caminando, ya que Emily iba en mis brazos, hasta llegar a casa, baje a Emi y salió corriendo a su habitación, yo coloque mi mochila en el mueble y fui a la cocina, empecé a preparar los espaguetis, los deje en la lumbre y luego subí a mi cuarto con mi mochila, puse la mochila en la silla del escritorio y luego me acosté boca arriba en mi cama, aun no lograba olvidar lo sucedido ese día, ¡¿y quién no?! Si alguno de ustedes estuviera en mi lugar estaría en mi misma posición, me pregunto si mamá se sintió así. Me levante de la cama y baje para seguir haciendo la comida, una vez lista le hable a Emily para que bajara y a los pocos minutos bajo, se sentó en una silla y yo le serví, para luego servirme a mí y sentarme frente a ella.