Capitulo 14

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Narra Brooke

Me desperté por un molesto rayo de sol que estaba en mi rostro. Suspiré frustada y me levanté. Miré a mi alrededor y solo veía un bulto en la cama de Allen. ¿Será él o el orco? Solté una risita y bajé lentamente de mi cama, miré la litera de arriba y vi que Cameron tampoco estaba. Me acerqué cautelosamente a la cama de Allen y quité poco a poco la sabana de su cabeza. Sin duda era él, ¿qué pasaría si le gastara una broma? Reprimí una carcajada. Cogí aire antes de gritar:

-¡Allen despierta!¡Hay fuego en al cabaña!

Allen saltó de la litera totalmente asustado cayéndose al suelo. Tenía el pelo desordernado, la sabana enredada en su cuerpo y cara de asustado. Estallé una sonora carcajada.

-¿Tú eres tonta niña?-Preguntó y asintí. Él se levantó quitándose la sabana de su cuerpo.

-¿Te quieres vestir?-Pregunté al darme cuenta que solo llevaba un pantalón de pijama.

-¿Te molesta?-Sonrió y bufé. Ni si quiera le contesté, fui a mi maleta y cogí mi bolsa de aseo y la ropa que usaría. Estaba a punto de entrar cuando la voz de Allen me interrumpió:

-¿Qué haremos hoy?-Preguntó, me giré y me encogí de hombros.

-No veo el futuro.-Contesté con una sonrisa.

-Ya enserio Brooke, deja lo borde por una vez en tu vida, ¿quieres?-Habló Allen mientras se acercaba a mí.

-Dejaría de ser borde.-Hice una pausa.-Pero como me lo dices tú, no lo haré.-Finalicé con una sonrisa.

-De acuerdo pequeña Brooke, si así te sientes feliz, no lo hagas.-Dijo con una sonrisa. Enseñe mi dedo del medio y entré en el baño. Ayer no me di cuenta de que en la cabaña había un baño, por eso fui al servicio colectivo de chicas.

Me duché y empecé a vestirme cuando me di cuenta que la camiseta no lo había cogido. ¡Diablos! Felicidades Brooke, eres un ejemplo para el futuro. Suspiré y me acerqué a la puerta.

-Allen.-Lo llamé.

-Dime.-Me contestó.

Mierda y mil veces mierda.

-¿Puedes coger una camiseta blanca de tirantes que estará justo encima de mi maleta?-Pedí educadamente. Escuché unos pasos acercándose a la puerta y sonreí. ¡No fue tan difícil! Estiré la mano para coger la camiseta pero sentí una mano entrelazándose con la mía. ¿Qué mierda...?

-¡Allen!-Grité y escuché una risa del otro lado.-Dame mi camiseta, estúpido.-Exigí.

-No.-Dijo y apretó su mano contra la mía.-¿Qué ganaré a cambio?-Pregunté y gruñí.

-Un puñetazo en tu rostro.-Contesté.

-No me gusta.-Habló y bufé. Intenté coger una toalla para enrollámerla alrededor de mi cuerpo para poder salir pero no llegaba porque tenía ese piojo cogiendo mi mano.

-Pues te jodes y bailas, ¡Ahora dame la maldita camiseta!-Grité.

-De acuerdo.-Dijo y soltó mi mano. Sentí la tela de la camiseta en mis manos y sonreí. Cuando vi la camiseta quise morir.

-¡Allen estúpido, dije una camiseta mía, no tuya!-Grité irritada.

-Pues te jodes y bailas.-Me imitó y rodé los ojos. Me puse la camiseta de Allen, olía tan bien... ¿Qué dices Brooke? Salí del servicio y pude ver la amplia sonrisa que tenía el idiota puesta en la cara.

-Gilipollas.-Dije y caminé para elegir una camiseta. Paré en seco cuando me di cuenta que mi maleta no estaba allí. Giré sobre mi eje y andé peligrosamente hasta Allen que se encontraba sentado en la cama mirándome con una sonrisa.-Mi maleta, ahora.-Exigí y Allen alzó las cejas. Se levantó y se puso delante mía.

¡Idiota!... Te quiero!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora