Al día de hoy, necesito una sobredosis de ese amor
Muchos dicen que no. Pero, es algo que necesito, es una droga, un imán que me atrae porque me encanta sufrir, me gusta llorar todas las noches en mi cama, antes de conciliar el sueño:
Pienso en él, lo veo sentado junto a ella en las instalaciones de su CCH; los miro de lejos mientras me brotan las lágrimas, volteo y él está ahí, pero sigue con ella y a mí me ignora
-¿Por qué me ignoras, si ya estoy en tu escuela? sé que no en tu mismo plantel, pero...
¿Era por eso que antes no me querías, por no ser parte de tu institución, no?
No hay respuesta de tu parte, sólo me ignoras.
Cómo aquella vez en la que te abracé, en aquél parque fuera del metro y te dije: - ̈Yo si te quiero ̈-
Tú estabas parado, yo te rodeaba con mis brazos y tú sólo seguías cómo poste, sin mover un músculo, sin decir una palabra.
Pero era que yo no iba en tu escuela, que no era tan bonita y que no besaba bien.
Era que estaba lejos, aunque no fuese tanto
Que tal vez tú tenías a alguien más y yo era un simple pasatiempo anterior a otro y seguido de mil años de corrupción amorosa, frágil e inevitable en éstos tiempos de desviaciones, donde está bien todo pero está mal criticarlo.
En monumentos históricos para adolescentes, que aunque no están registrados para el gobierno están en nuestras fotos, diarios privados, y corazones
Un ejemplo de ello, el metro de la línea roja y amarilla
La vida suele ser triste, pero nunca imaginé que tanto.
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Corazón Rojo, Sangre Amarilla
PoesíaMe gustaría dejar de escribirte, pero sería cómo negar tu existencia Sabías que no debías hacerlo, pero cedió tu irreverencia Ahora te dedico éstas palabras, que se pierden en la amplia y a la vez pequeña ciudad Con conexiones de amor que colindan...