Prologo

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Un día como cualquiera, sucedió lo impensable, él con sus ojos color mar y su cabello más brillante que el oro, logro muchas cosas en mí, que nadie había logrado en mucho tiempo, pero me fallo, no solo a mí, se falló a el mismo.













¿Por qué tu, Peteer?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora