- ¿Un trato? - dijo el con una ceja enarcada.
-Así es Evans, un trato, tu me ayudas durante todo el curso de verano y yo te daré algo a cambio- dije intentando convencerlo- Y así ambos ganamos... ¿Qué dices?
-Tú me darás algo... ¿lo que sea? - dijo desafiante.
Y después de eso... comenzaba a retractarme.
- Todo depende de ti Peteer, si tu das todo de ti, yo también cumpliré con el trato, si... sea lo que sea- dije tratando de sonar convencida.
En realidad, el miedo me comía por dentro, no sabia a lo que me estaba exponiendo, diciéndole que le daría lo que fuera.
-Está bien Karla, hagámoslo. Yo te ayudare durante todo el curso de verano y no descansare hasta que tu apruebes, a cambio quiero... que me enseñes a dibujar...- dijo el suave.
- ¿Qué te enseñe a dibujar?, ¿Para qué, Peteer? - cuestione confundida.
-Tu dijiste que harías lo que fuera si yo cumplía también mi parte del trato, he visto y se lo bien que dibujas y te pido que me enseñes, ¿lo tomas o lo dejas? - dijo pasando su mano por su dorado cabello.
-Ehm... si, está bien, pero...cómo quieres que te enseñe a dibujar?
- Como va el ritmo de las clases, tendremos que vernos seguido para completar trabajos, puedes darme clases en esos encuentros y el resto del verano si hace falta, al fin y al cabo, estas dispuesta a ser lo que sea, ¿no?
- ¿El resto del verano?, no. Lo siento, pero...
-Si no lo aceptas no te ayudare- respondió finalmente.
- ¿Pero, por qué dibujar? - volví a preguntar confundida.
Aun no entendía por que el mariscal de campo quería aprender a dibujar con tanta urgencia.
El suspiro y me miró fijamente.
-Escucha, necesito aprender a dibujar algo aceptable tan urgente como tú necesitas aprobar la materia y no preguntes la razón. ¿Lo harás? - pregunto serio.
-Lo haré, pero si tu dejas de cumplir tu función como tutor, dejare de darte clase- dije seria.
-Y si tú me dejes de dar clases, no responderé por el trato- respondió.
-Esta bien, trato hecho- extendí mi mano y el la tomo.
Y así se cerró el trato, esto iba a ser mi salvación, era fácil y aun sí no lo entendiera, ¡SOLO ERAN CLASES DE DIBUJO!, y es algo que se hacer perfectamente.
- Catalina...tienes una mano muy pequeña- rió él.
Yo solo rodé los ojos y pensé en lo ridículo y tonto que era.
...
-Voy en camino- dije con el teléfono pegado a mi oreja mientras manejaba.
-Esta bien, ten cuidado- respondió Edmond.
Lo solté y colgué la llamada, acababa de salir de la biblioteca.
Peteer me ayudo a terminar los ejercicios y comprender todo muy bien, me sorprendió la manera que tiene para explicar, es bastante paciente en mi opinión, le dije que las clases de dibujo deberían iniciar mañana por que tenia algo importante que hacer, me hizo jurar que mañana le enseñaría el doble... así que adivinen quien pasara una tarde con el mariscal mañana... genial...
Ahora mismo voy a casa, Edmond me necesita y me preocupa, no se que es el tema tan serio del que quiere hablarme, pero intento ir lo más rápido que puedo.
ESTÁS LEYENDO
¿Por qué tu, Peteer?
Teen FictionUn día como cualquiera, sucedió lo impensable, él con sus ojos color mar y su cabello mas brillante que el oro logro muchas cosas en mí, que nadie había logrado en mucho tiempo, pero me fallo, no solo a mí, se falló a el mismo.