Ese día había amanecido precioso. El cielo despejado, sin una sola nube amenazando y con una temperatura espectacular, era el día perfecto para celebrar una boda. Y Minghao y su prometido estaban encantados con su buena fortuna.
Aunque en lo personal, a Minghao no le emocionaba mucho la idea de celebrar su boda de forma tan ostentosa y en una iglesia, habiendo preferido mil veces una pequeña ceremonia con solo un par de invitados junto al océano. Comprendía que la familia de su prometido y la suya propia tenían ciertas expectativas con respecto a ese día, así que simplemente se conformó con acoplarse a lo que fuera más necesario.
Sus "Damas de compañía" -como llamaba a los amigos que serían sus padrinos en son de broma-por fin después de ayudarlo a prepararse habían salido de la habitación, dejándolo a solas para reflexionar.
¿Reflexionar sobre qué? Quizás estaban esperando que huyera de la ceremonia y dejara plantado a su novio.
Y en lugar de sentirse enfadado por esa suposición, lo entiende. Él nunca se imaginó a si mismo casándose, no pensó nunca encontrar a alguien a quien amara lo suficiente para dejarse llevar. Pero un día, aquel chico apareció frente a él, y simplemente no hubo forma de resistirse.
El solo pensar en Soonyoung y la forma amable en la que siempre lo trata, le hace recordar porqué se encuentra ahí.
Lastimosamente, su tiempo a solas se ve interrumpido cuando el chirriante sonido de la puerta siendo abierta le indica que ahora tiene compañía -¿Hao Hao?- Escucha la voz aterciopelada del padrino de su prometido.
-Sí, soy yo, ¿quién esperabas que fuera si hay un cartel en la puerta que dice esposa? - Se burló del chico quien sonrió en respuesta.
Esa persona, aunque fuese el padrino de bodas de su esposo, en realidad era buen amigo de ambos. Por lo que tampoco fue una sorpresa que le siguiera la broma -Bueno, la última vez que te vi no eras una chica. No sabía con qué me encontraría aquí dentro-
Ambos rieron ante esas palabras, y pronto el ambiente cambio de uno nervioso por parte del futuro novio a uno alegre. Todo gracias a la visita del padrino de bodas.
-Algo estúpido, pero es solo porque así era más fácil para los empleados. Con dos novios sería difícil saber a cuál novio debían llevar qué cosa-Se explicó Minghao, no es que necesitara explicarse, pero prefería no quedarse en silencio nuevamente.
-Me sorprende que dejaras que te pusieran a ti en el papel de la novia. Soonyoung habría aceptado tomarlo sin problema si lo pedias- Jun quien había seguido hablando desde la puerta había entrado por fin cerrándola a sus espaldas, haciendo a Minghao sentir nervioso otra vez.
-Bueno, yo era el de las damas de compañía. Parecía lo más justo-Dijo desviando la mirada a su mano, en donde hace unas horas estaba su anillo de compromiso que dentro de poco sería reemplazado por el de bodas.
-Ja. Seungkwan y Jeonghan no se quejaron por el apodo, pero si sabes que es por eso que Jihoon no aceptó ser tu padrino ¿verdad? -
-Sí, igual que tú y Chan. Malditos traidores, eligieron a Soonyoung antes que a mí-Se quejó dramáticamente. No le molestaba en realidad, todo lo que importaba es que todos estuvieran ahí ese día.
-Qué decirte. Al menos a mí no me emocionaba mucho tu idea de que, en lugar de los trajes normales negros usáramos unos con detalles de encaje de flores-
-Tú y Chan no aguantan nada. Al final los trajes quedaron geniales, a Jeonghan y Seungkwan les encantaron-
-Touché, prometo que seré una de tus damas la siguiente vez-
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Weeding day ~[JunHao]~
Fiksi PenggemarEse día había amanecido precioso. El cielo despejado, sin una sola nube amenazando y con una temperatura espectacular, era el día perfecto para celebrar una boda. Y Minghao y su prometido estaban encantados con su buena fortuna. -Ahh. No es justo, s...