"ESCUELA DE ARTE EDVARD MVNCH"
Veo el enorme cartel acompañado de la pintura El grito, estaciono mi bicicleta y me decido a entrar. Tengo el papel de los horarios y salones en la mano, a la entrada hay un mapa del lugar, así que no tuve que hacer esfuerzo por preguntarle a alguien a dónde tenía que ir, eso me ahorraba un saludo más cada día y un enrojecimiento de mejillas.
Teatro- 10:30 - Salón Santiago SanguinettiBien, segundo piso, tres puertas a la derecha. Entro. Hay varias personas, algunos grupos de tres y otras personas solas. Siento una mirada, no presto atención pero es insistente y entonces me encuentro, es decir, la encuentro... ojos café tornando a claros, cabello largo con una cresta que salía desde un costado rapado, eso ví. Ojos y un corte de pelo que me agradó, luego una silueta pequeña escondida entre grandes ropas. Apenas encontré a la dueña de esa mirada y me esquivó, dejando admirar su perfil como si no me hubiese visto y largó a reír en una conversación con tres personas.
- ¿Te vas a quedar ahí parada mucho tiempo cariño? - Me dicen desde atrás.
Giro y veo a un bonito sujeto, ojos grandes y verdes, camisa blanca y pajarita roja
- Umm, no, solo observaba que fuese el salón correcto...
- Cuando miras a alguien que no te conoce, debes ser disimulada, no expreses necesidad
- Pero yo no...
- Vamos, no nací ayer, pero en fin, me da igual lo que hagas si no vas a tomar mi consejo
Era alguien que parecía leerme la mente, decidí acompañarlo hasta un asiento ya que no lo veía con la intención de sentarse en el piso como los demás, lo seguí, al fin y al cabo tenía razón y vestía mejor que yo, puntos a favor.
- Soy André
- Ambar, gusto en conocerte.
- Un placer, cabellos locos, que onda con la chica? Supuse no la conocias, pero solo por intimidarte - suelta una risita -
- Ya deja ese tema, no era nada, y al fin tienes lo que quieres, alguien para hablar
- Ay querida, que ego tienes, pero me caes bien...
Reímos y llegó el profesor, muy alto y rubio, André lo admiraba como si fuese obra de arte. No saludó, apenas pasó la puerta, sonrió y soltó:
- Y bien... ¿qué es el teatro para ustedes?
-
Así pasó la clase, con André respondiendo con condescendencia solo por pura imagen al profesor, y una chica que ya no me vio más en toda la clase.
Salimos al recreo de 10 minutos luego de teatro y pintura, fumamos un poco de hierba con mi nuevo compañero André y hablamos de música, Lady Gaga fue el centro, pues a él le encantaba y a mí me agradaban bastantes cosas de ella.
6 Horas de Clases. Por fin estoy bajando las escaleras del instituto para irme a casa, me tocan el hombro:
- Hey bonita - un grupo de risas se siente detrás. Me giro incómoda ante el contacto corporal- Bueno, no me mires así, no te toco y ya, pero quería saber tu nombre...
- Así consigues todo, cariño? -Sí, ya me había apropiado de la palabra sobradora de André-
La chica se ríe y dice:
- Vamos, dime tu nombre, yo soy María, y ellas son mis amigas, Tamara, Brenda, Catalina y Paula.
La chica de cabello corto, que ahora tenía el nombre de María, siguió sonriendo y me miraba insistente
- Ambar, ese es mi nombre. Ya?
- Sí, ok. Escucha Ambar, hay una fiesta esta noche, es en la pista de patinaje de la playa, quieres venir con nosotras?
Recién las conocía, pero que más daba, es más fácil darse con desconocidos, puedes ser quien eres y ellos no te juzgaran, al menos no les importará.
- Está bien, donde quedamos?
- En mi casa, lleva algo para tomar- saca un cuaderno y un lápiz, luego de escribir su dirección y teléfono, arranca la hoja y me la da. La llamé apenas leí el número para asegurarme que estaba bien, al notar que sonaba su celular en el bolsillo, la agendé y me fuí.
- Chau bonita, nos vemos en la noche.
- Chau.
Monté mi bici y me fuí. Qué estaba haciendo? Estaba coqueteando expliciatamente, no es que sea pudorosa respecto a eso, pero es que va al mismo instituto... luego de unos segundos pensé, que más da, el lugar es más grande que la ciudad y puedo no prestarle atención el lunes.
Llegué a casa, leí hasta que se hizo tarde, me duché y salí para lo de María.
-Pasa bonita
-Ambar, le corregí.
-Ok, Ambar. Bienvenida a mi hogar.
Era una casa antigua, donde habia que subir por una escalera para llegar a la casa, habia cuadros por todos lados...
- Deja aquí el ron
Me guió a la cocina, pequeña pero suficiente para uno o dos, puse la bebida alcohólica sobre una mesa donde había más alcohol, María abrió la heladera que estaba casi vacía y guardó todas aquellas botellas.
-Parece que la pasaremos bien - me dijo observandome desde las piernas a arriba, llevábamos el mismo short hasta la cintura que dejaba ver nuestras piernas. Ella, su cabello corto y gris, sus piernas y el alcohol, todo en la misma noche sonaba bien.- ven, las demás están en mi habitación.
Y allí estaban, fumando, Tamara y Brenda estaban sobre el colchón de dos plazas del piso, Catalina fumaba hierba en un sillón y Paula tomaba tequila mientras cantaba la canción de la radio.
- ¡ Hola Ambar ! - saludaron animicas.
- Hola, bebamos ya y larguemonos.
Parece que les gustó mi actitud, porque así lo hicimos y empezamos a caminar hacia la fiesta.
Allí me encontraba, bailando entre esculturas en movimiento, María a mi lado, colores, todo se movía y la electrónica sonaba muy alto. Gritabamos y reíamos, no importaba quienes éramos, estábamos en ese lugar, para lo mismo.
En la multitud María se acercó a mi oído y me dijo:
- vamos?
Asentí. Ella tomó mi mano, hizo una seña a sus amigas y en un colchón de dos plazas, entre cuadros, y marihuana, me perdí en ella.
Desperté con María sobre mi espalda, no pesaba nada y su temperatura era templada, la moví para levantarme, busqué el baño y me duché, me vesti en la habitación donde María seguía durmiendo, recogí mis cosas y me fuí.
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Como el agua
Historical FictionAmbar es una chica común, padre importantes que no le prestan atención, poco interés por las personas ¿Qué sucede con su vida? Independencia, drogas y sexualidad. Esa es su base, pero alguien llega a moverle ese mundo personal en el que está.