Susúrrame. [Adaptación]

Segunda Parte.

Cuando llegaron al bar, SeokJin realmente estuvo completamente eufórico al saber que aún quedaban dos mesas vacías, y sin importarle quedar como un niño, o alguien estúpido o inmaduro, corrió hacia una de las mesas libres, y que suerte que lo hizo, porque justo cuando se sentó allí, alguien también estaba por hacerlo. Prince, observó al extraño, y asintiendo se disculpó, pero no se arrepentía. El extraño, por un momento le miro raro, luego con su mirada detalló su cuerpo por completo, deteniéndose un momento en sus labios, algo confuso y estaba por decir algo, cuando JK finalmente había alcanzado la mesa y se sentó al lado del mayor, y entonces el extraño abrió sus ojos más confuso y luego se retiró de allí sin decir nada ni mirarlo nuevamente.

– ¿Cuál era su problema? -

–No lo sé, quizás, ¿Envidia? -

Dijo el mayor con orgullo y el castaño lo miró extrañado, pero sonrió cuando el mayor le sonrió ladino.

– Bien, de acuerdo, como digas... -

El menor no se iba a poner a discutir o indagar sobre que había querido decir el mayor con aquella simple frase, por lo que permaneció callado y entonces vio de reojo que el pelinegro levantaba su mano y llamaba la atención del mesero a unos cuantos metros de distancia, el mencionado asintió dándole a entender que cuando terminara allí, iría hacia ellos, Prince asintió ante aquello y miró a JungKook quien aún miraba al mesero.

–Yah... - SeokJin llamó la atención del castaño mientras lo observaba de cerca. El castaño sintió la voz del ajeno y se volteó pero retrocedió inmediatamente algo sorprendido de la cercanía del ajeno. – ¿No me dirás nada de mi atuendo esta vez? -

– ¿Eh? -

Cuestionó completamente desorientado JungKook.

– Eso que oíste. Siempre que nos encontramos me dices lo genial que me veo, o la buena elección de colores que hago. Ahora dime, ¿No notas algo extraño en mi atuendo hoy? -

JK frunció su ceño en clara confusión, y entonces el mayor blanqueó los ojos y dejó de invadir el espacio personal del menor y lo observó con una ceja elevada. JK realmente estaba confundido, pero no desaprovecharía la oportunidad de escanear al mayor como siempre lo hacía, y razón de porqué siempre lo halagaba. Entonces cuando sus ojos bajaron lentamente del mentón del mayor a su cuello, notando un bello color azul satinado que adornaba aquella parte anormalmente hermosa, gruesa y pálida de su anatomía.

JK continuó bajando sus ojos recorriendo al mayor, y este por primera vez sentía que el menor no lo estaba mirando por encima como solía siempre darle una mirada rápida, sino que se estaba tomando su tiempo y eso nuevamente lo hizo sentir algo extraño, algo expuesto, pero no dijo nada, y se obligó a permanecer impasible, con aquella actitud divertida, juguetona.