Capítulo 2

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Narra Camila:

Desperté temprano ese día, como ya era mi costumbre, tenía un desorden mental enorme, ni yo entendía cómo y cuándo había empezado.
Lo único que pensaba con claridad, era que debería de dejar de fingir por un momento. Tenía un secreto, el mayor secreto mejor guardado, no había sido capaz ni siquiera de contarle a mi mejor amiga.
Tenía mucho miedo, de que me mandara a la mierda, o me viera con asco.
Un año atrás había tenido una especie de relación con una chica, era demasiado hermosa, y gentil. Siempre me hizo sentir especial.
Pero entonces mi mánager Robert, se dio cuenta, y me prohibió acercarme a ella.
La chica, cuyo nombre es Jane, no dejó de repetir que sólo soy una maldita cobarde, y terminó conmigo.
Desde ese momento, me convencí a mí misma, que sólo había sido una rara etapa, que ya pasaría, que siempre he sido heterosexual, fue en ese momento cuando inicié mi relación con Alberto, la cual fue aún más desastrosa.
Terminó, y con ella, mis ganas de seguir fingiendo, o eso creía, porque realmente seguía teniendo miedo.
Estábamos en medio de un ensayo, cuando yo estaba perdida en lo más profundo de mis pensamientos. ¿Qué habría pasado si jamás hubiera dejado a Jane? De alguna manera la quería, y la extrañaba siempre, pero ella no quería volver a saber de mí, y lo entendía, era lo mejor para ambas.

—Entonces Camila, dime en qué te inspiras realmente para escribir todo esto—preguntó Julio. De repente había perdido el hilo de la conversación.
—En nada, en nadie. Sólo me imagino, que algún día encontraré al amor de mi vida, aunque quizá ya lo haya hecho. Y no me refiero a una persona en específico, me refiero a esto. La música.

Todos en la habitación se quedaron callados, quizá no entendían nada de lo que estaba diciendo. Observé a Alberto un tanto decepcionado, apuesto a que estaba esperando que hablara de él. Lo cual era estrictamente ridículo.

—Está bien chicos, debemos descansar un rato—dijo Gibran. Lo amé mucho más en ese momento, toda la conversación se estaba volviendo un poco embarazosa, y lo único que necesitaba era salir de ahí.
Eso fue precisamente lo que hice, fui por un poco de agua, y estaba dispuesta a salir de ahí, pero Brenda me detuvo.

—Espera Camila—volteé, y venía sola. Lo cual hizo que me detuviera en automático, Brenda no era alguien a quien le temiera, todo lo contrario. Pero estaba segura de que necesitaba respuestas, me había visto actuar extraño los últimos días.
—Dime.
—¿Qué diablos pasa contigo? Necesito la verdad, necesito saber qué tienes.

Ahí estaba su pregunta, la cual estaba tratando de evadir los últimos días.
—Te contaré en casa, vamos.

Llegamos, y lo primero que hicimos fue encerrarnos en mi habitación, ella había entendido perfectamente bien la indirecta, no quería que nadie lo supiera por ahora.
—Escucha, esto va a sonar raro. No sé realmente qué pasa conmigo. Creía que sólo era una etapa, pero todo parece indicar que no es así.
A veces, veo a las chicas mucho más tiempo del necesario. Me gusta verlas, es raro. Y en realidad, tuve algo con Jane, pero no quería decirte porque tenía miedo. Y aún, no estoy completamente segura de mi sexualidad—en ese momento estaba temblando, pero me había quitado un enorme peso de encima.
—Lo de Jane ya lo sabía. Era bastante obvio, sólo necesitaba que tuvieras el valor suficiente para decirlo. Camila, yo te amo tal como eres, siempre serás mi mejor amiga ¿ok?

En ese momento inexplicablemente comencé a llorar, Brenda tenía razón, ella me amaría pasara lo que pasara.
—Y si aún tienes dudas, deberías probar con una chica que no sea Jane.
—¿Crees que sea correcto?
—¿Por qué no? Vamos a un bar gay.

El rostro de Brenda se iluminó por completo, parecía realmente emocionada con la idea.
Pero no estaba del todo segura, porque si nos veían entrar a un bar gay, sabrían a qué fui, y no podía por ningún motivo, hacer un escándalo.

—No. Vamos a un bar cualquiera.
—Pero así no sabrás si tu conquista es gay o no—respondió furiosa.
—Yo sola me daré cuenta si es la indicada o no.

Sin más, comenzamos a arreglarnos para salir, esa noche, descubriría finalmente toda mi verdad.

Hasta morirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora