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02 - Mundo Música

Las tres primeras clases habían finalizado y ahora los estudiantes se encontraban en la hora del receso, la mayoría de ellos se encontraban en la cafetería.

El Castaño con la mirada buscaba algún asiento desocuoador dónde pueda sentarse.

—Hola.— Un chico ojiverde llegó donde a ponerse enfrente del castaño, Temo en un leve susurro contesto "hola". —¿Te gustaría sentarte conmigo y mis amigos?.—

—Ehm...claro.— Contestó de manera nerviosa.

Temo siguió al chico ojiverde a una mesa que estaba casi en el rincón.

—Yo me llamo Diego Ortega.— Se presentó el ojiverde. —Ellos son mis amigos, Carlota, Thiago, y Mateo...ehm, Mateo...es mi novio—

—¿Tu novio?, ¡Wow! Qué lindo.— Contestó Cuauhtémoc con una tierna sonrisa en sus labios. —Es un gusto conocerlos chicos, me llamó Cuauhtémoc pero pueden decirme Temo.—

Diego y sus amigos se presentaron ante Temo, Temo estaba feliz de hacer amigos en su primer día de clases.

Un rizado con unos audifonos rojos estaban a dos mesas del grupo de nuevos amigos del castaño, la mirada del curioso chico fue directa al chico con audífonos.

—¿Qué tanto mirás a Córcega?.— Una voz femenina, era Carlota, interrumpió en los pensamientos de Cuauhtémoc.

—Nada, sólo se me hace interesante, sólo eso.— Contestó Cuauhtémoc mientras seguía mirando al chico rizado. —¿Saben quién es?.—

—No sabemos mucho, es un chico antisocial, sólo sabemos que se llama Aristóteles Córcega, que es abiertamente gay y por eso su padre y abuela se han encargado de echarle en cara que es un antinatural y cosas así, y desde ese entonces el se volvio muy antisocial y se la pasa casi todo el tiempo con sus audífonos.— Argumentó Thiago.

—Y es apodado por los estudiantes como "Mundo Música".— Completó Mateo.

—¿Mundo música?.— Temo fruncio en semblante.

—Si, por andar mucho tiempo con audífonos.— Respondió Diego.

—¡Wow! Com más razón se me hace un chico interesante, con esa historia me demuestran que él tiene un pasado más triste, definitivamente con más ganas quiero ser su amigo.— Temo estaba seguro de sus palabras.

—¿Por qué no le hablas?.— Sugirió Carlota.

—Supongo que puedo intentarlo, digo, el que no se arriesga no gana.— Respondió Temo con una leve sonrisa en sus labios.

El menor se levanto de la mesa donde estaba con sus nuevos amigos y se dirigió a la mesa del rizado.

—Hola.— Temo se sentó al lado de Aristóteles con una sonrisa ladina.

—¿Hola?.— Aristóteles miraba al chico con una cara de confusión.

—Un gusto, me llamo Cuauhtémoc, pero puedes decirme Temo, voy en tu salón.— Temo mostraba cierto nerviosismo.

—¿Acaso te pregunte?, mira no es por ser grosero pero no me gusta hacer amigos, prefiero estar solo...como siempre lo he estado.— Lo último lo dijo en voz baja pero no lo suficiente para que el chico castaño lo escuchara.

—Dejame ser tu amigo, que soy nuevo en el colegio, pero eres um chic bastante interesante, la soledad puede dolor un poco, ¿amigos?.— Temo estiró su mano para que Aristóteles la tomará.

Aristóteles miraba la mano del menor con una mirada neutra, no podía creer qur alguien y muchos menos un estudiante nuevo se interesara en ser su amigo, hace tiempo que dejo de creer en los amigos, pero aquél chico de ojos cafeses le daba una pizca de qur puede existir la amistad verdadera.

—Amigos.— Aristóteles estrecho su mano con la del castaño.

Su nuevo y único amigo, era como un sueño, un sueño del que no quiere despertar

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•Perdón si as cosas van demaciado rapido, pero está historia una historia corta.