Los meses pasaban con ellos la amistad entre Aristóteles y Temo era cada vez más grande, Aristóteles ya no eran tan seco, pero todavía le costaba hablar con otras personas que no fueran su amigo Temo.
—Es increíble como haz avanzado estos meses en dejar de ser tan antisocial.— Comentaba el castaño mientras le daba una mordida a su sándwich.
—Gracias a ti, tu me haz ayudado mucho, eres un gran amigo.— Contesto el rizado mirando con ternura al más bajito. —Pareces un tierno bebé comiendo.—
Temo no pudo evitar sonrojarse por aquél comentario del chico vde rizos.
—Me sonrojas Ari.— Contestó Temo mientras miraba a otro lado que fuera al rizado, pues verlo lo hacía sonrojarse más. —Pero cambiado de tema, ¿No crees qué es momento de dejar esos audífonos a un lado y salir un poco más a la calle? Tomar un poco de aire fresco no es malo.—
—No lo creo, estos audífonos me han acompañado en mis momentos más tristes.— Respondió el rizado con tristeza en su voz.
—Pero ya no estás solo Ari, me tienes a mi y créeme que jamás me voy alejar de ti.— Respondió el castaño mientras le brindaba un leve sonrisa al contrario. —Creo que jamás vas a dejar de ser el chico audífonos.—
Aristóteles soltó una leve risa al escuchar aquél apodo que el menor le había puesto sólo para el.
—Y tú tampoco dejarás de ser mi bebé berrinchudo.— Contraataco el rizado, logrando cómo respuesta un bufido acompañado de un puchero del castaño.
—Noy soy bebé y menos soy berrinchudo.— Reprochó el Castaño.
El destinó unió a estas dos al más perdidas, dos almas totalmente apuestas, pero tan iguales al mismo tiempo, ese el trabajo del destinó y el poder se la música.
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Mundo Música ©
Short Story•¦ Un chico Solitario, su única compañia son sus audífonos y la música ¦• •¦ Un chico curioso, solo quiere conocer sobre aquel chico apodado "Mundo Música" ¦•