Do Not Stop Loving Me//JohnMark

０１✈

Mark se encontraba sentado bajo el árbol en el gran patio trasero de su hogar. Desde allí se podían observar muchas flores, todas de distintos colores, con distintas formas y ubicadas en distintos lugares de aquel patio.

Su lugar favorito siempre había sido ese árbol, podía sentarse y pasar horas pensando. Porque ese, definitivamente, era su lugar en todo el mundo.

Su madre se dirigía a pasos lentos con un vaso que contenía uno de sus jugos favoritos y sentarse junto a él.

-¿Hoy en que piensas tanto?- Dijo con un tono de voz suave.

Mark tomo el vaso y dirigió su vista al suelo.

Su cabeza últimamente pensaba en muchas cosas. Una de ellas era la que más le preocupaba.

-No se cómo podría adaptarme a una nueva ciudad, mamá, eso me preocupa mucho- Dijo apunto de romper en llanto. Aunque eso no era lo que precisamente abarcaba gran parte de sus pensamientos.

Meses atrás se le había ocurrido trasladarse, a una nueva ciudad, más específicamente, Seúl. La idea de cambiar un poco el ambiente en el que se encontraba y poder estudiar en una de las mejores universidades, le había parecido la mejor idea de todas, aparte de que podría hacer la carrera que le gustaba hacía mucho tiempo.

Esa idea de cambiar de ciudad le agradaba mucho, y sus grandes amigos estaban muy contentos por el.

Excepto uno.

Johnny.

Su gran amigo Johnny estaba completamente enamorado de Mark. Y no había tenido la oportunidad de decírselo -o eso es con lo que se excusaba frente a sus amigos-.

¿Y que podría hacer ahora que él se iba?

Él no era un buen estudiante como Mark, y no podría ni siquiera pagar la colegiatura de esa universidad. Lo que significaba que tendría que esperar 5 años para poder ver a Mark. A no ser que esté tenga tiempo y en sus cortas vacaciones el viajara de nuevo a Daejeon y visitará a su familia.

-En tus vacaciones puedes venir a visitarnos, o nosotros podremos ir hacia Seúl, Mark por eso no te preocupes, todavía estás a tiempo de cambiar de opinión- Dijo acariciando los suaves cabellos de Mark, quién se encontraba mirando un punto fijo.- Aunque, eso no es lo que realmente te preocupa, ¿Verdad?.

Su madre lo conocía tan bien, que a veces le asustaba que leyera sus pensamientos.

¿Y si su madre sabía que estaba completamente enamorado de Johnny? ¿Y si sabía que lo que realmente le preocupaba era que al irse, Johnny conociera a alguien más?.

Una lágrima recorrió su mejilla cuando su cuerpo sintió los brazos de su madre al rededor de su cuerpo formando un abrazo.

Se sentía un niño pequeño, su madre siempre lograba calmarlo.

-¿Y si él se olvida de mí?. -Logro pronunciar levantando su cabeza y mirándola a los ojos.

-Él debe pensar lo mismo que tú cabecita piensa cada vez que se ven, ¿Por qué no le dices de una vez lo que sientes?- Pronunció su madre secando las pequeñas lágrimas que habían escapado de aquellos pequeños ojos.

Su madre lo sabía todo. Su madre leía cada pensamiento que él tenía. O eso era lo que Mark siempre había pensado.

Pero su madre sabía perfectamente que por más que Mark dijera que Johnny era su amigo, sus ojos lo miraban distinto, sus ojos siempre tenían un brillitos especial que no tenía con sus demás amigos.

Desde el interior de la casa, se logro escuchar el timbre. Los dos se levantaron abrazados y se dirigieron hacia el comedor de la casa. Mark se sentó en el sillón que se encontraba allí.

Al abrir la puerta, la madre logro divisar a un Johnny agitado y con su rostro triste. La señora le sonrió y le dio paso para que se adentrara al hogar, encontrándose a Mark de espaldas sentando en el sillón.

-Hey, Mark- llamo el norteamericano. Mark reconocía su voz a kilómetros de distancia y por más que a veces lo tratase de ocultar, su corazón latía demasiado rápido.

-Hola, hyung- Pronunció dándose la vuelta y yendo a abrazar a este.

Su madre se dirigió hacia la biblioteca que se encontraba en el segundo piso y darles más espacio.

-Queria hablar contigo- Dijo Johnny, armándose de valor y mirando a aquellos ojos que lo volvían loco hacía 2 años.

-Oh, ven, sientate- Mark dirigió a su amigo hacia los sillones y se acomodaron.

Johnny tomo aire y miro a Mark a los ojos, un escalofrío recorrió su cuerpo y no lo pudo soportar.

-Me gustas demasiado Mark- Dijo con su mirada fija en el suelo. -No podía dejar que te vayas sin decirte todo lo que siento. -Una lágrima escapó de sus ojos, pero antes de que siguiera su recorrido la seco con su mano. -Espero que seas feliz y que hagas lo que más te gusta- Miro a los ojos a Mark, notando como éste tenía sus ojos aguados.

El norteamericano se levantó del sillón, y cuando fue a dar un pasó su muñeca sintió un apretón.

Una lágrima se escapo cuando sus ojos se cerraron y agachó su cabeza.

Se dio vuelta. Esperando una respuesta negativa por parte de los sentimientos de su amigo.

Lo iba a perder. Lo sabia. Siempre lo había pensado.

Sus ojos se abrieron ante la sorpresa de sentir unos cálidos labios posarse sobre los suyos.

-Tu también me gustas hyung. -Dijo un tímido Mark, tomando sus propias manos y mirando el suelo.

Johnny sonrió y lo volvió a besar. Había soñado con besar esos labios por tanto tiempo, y ahora que se había vuelto realidad su sueño no se quería separar nunca.

-Te amo muchísimo Mark- Dijo tomando entre sus manos, el pequeño rostro ajeno. Mark sonrió y beso una vez más a Johnny. -¿Te gustaría ser mí novio?- Dijo con una sonrisita y sus mejillas de un color carmesí.

-Si, me gustaria- Dijo abrazando a su, ahora novio. Una vez que se separaron, Mark lo miro a los ojos. -¿Nos veremos cada vez que venga de vacaciones?- Pronunció Mark tomando las manos de Johnny. Este asintió y Mark sonrió.

Se fundieron en un gran y largo abrazo. Pasarían todo el tiempo que sea necesario juntos.

Porque ahora lo estaban.

--HyunJinnie-- porque te gusta demasiado el Johnmark