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«Primer roce...»

La música era más movediza de lo que creyó el rubio.

Pero en ese mismo momento se sentía más calmado, más felíz.

Y claro, la morena pensaba lo mismo.

Pero en un momento algunas parejas se intercambian con otras personas para seguir bailando. Y justo eso le pasó a JiMin.

─ ¿Puedo bailar contigo? ─comentó una mujer aleatoria, una pelirroja de ojos verdes y pecas en sus mejillas.

─ Lo mismo digo ─dijo un hombre más alto que él con el cabello castaño y de sonrisa coqueta con unos hoyuelos muy notorios al lado de sus mejillas.

SunMi, que era el nombre de la compañera de baile de JiMin, aceptó bailar con el hombre que le proponía una pieza.

En este caso JiMin no tuvo opción y decidió bailar con la fémina pero algo era raro, para JiMin y SunMi.

No sabían si era aquella extraña química que hubo entre los dos que les impedía bailar con alguien más que no fuera el contrario, un sentimiento peculiar que decidieron ignorar por ese momento, mejor dicho, la mujer de labios fuego decidió ignorarlo.

Pero después de unos minutos que para el interior del rubio parecía una eternidad, por fin volvieron con sus parejas, es decir, que SunMi volvió a caer ante la sonrisa de JiMin cuando éste la volvió a ver.

Y seguían bailando.

La fémina acercaba su bello cuerpo hacia su compañero y éste no evitaba sentir una sensación extraña, como un cosquilleo, en la zona baja de su espalda subiendo por toda su columna vertebral.

Él relamió sus labios nervioso ante la atenta mirada de la más baja, una muy distinta como las demás que él hasta llegaría a definir que era la más hermosa y brillante que vió esta noche.

Ella sentía totalmente lo mismo.

Y era inevitable no dar leves caricias como JiMin lo hacía con sus caderas o SunMi lo hacía con su nuca, sin darse cuenta que, en cualquier segundo romperían aquella distancia que había entre sus cuerpos.

クラブで泣いている ,pjmDonde viven las historias. Descúbrelo ahora