Kiku, tu novio, te ayudaba con los gatos callejeros que vivían frente a tu casa.
- ¿Sabes que le dice un gato a una persona? - te encantaba contarle chistes al japonés a pesar de que no se reía de ninguno.
- ¿Qué le dice?
- No le dice nada porque los gatos no hablan - estabas riéndote como loca de tu propio chiste - me pasas la bolsa de mi mochila - seguías votando algunas carcajadas mientras limpiabas las lágrimas de tus ojos.
- ¿Qué es esto? - me preguntó con su tono de voz tan característico al agarrar una polera de chico que claramente no era de él.
- Es de Feliciano - dijiste como si nada - me lo prestó porque tenía mucho frío y no quiso que yo me enfermara.
- No quiero que lo vuelvas a aceptar, no necesitas cosas de otros...
- ¿Este celoso? - dijiste con tono juguetón.
- No
- Ok porque justo hoy iba a ir a la casa de Feliciano para ayudarlo con algunas cosas - eso era mentira pero querías saber hasta qué punto de celos podía tener Kiku por ti.
- Te acompaño.
- No puedes, hoy tienes una reunión muy importante - él estaba algo preocupado pensando en que podía decir, por cierto se veía muy adorable.
- La puedo cancelar - tu novio claramente estaba celoso.
- Solo bromeaba, no iré a su casa ni nada de eso - le extendiste la mano para recibir la bolsa que le pediste de hace rato.
Después de terminar con los gatos te acompaño hasta tu casa.
- ¿Quieres entrar? - el japonés acepto tu oferta y juntos entraron hasta tu habitación, de paso aprovechaste en buscar los mangas que te había prestado tu novio.
No tardaste mucho o eso creías, volteaste con los mangas que ibas a devolverle pero se te cayeron del asombro de ver a Kiku oliendo un polo tuyo como si fuera un pervertido. Se detuvo al notar que tu lo estabas viendo.
- Me descubriste, es momento de dejar de actuar como alguien que no soy - se empezó a desvestirse - hagamos lo ahora, no puedo aguantar más - tú estabas en shock, nunca pensaste que Kiku sería así, no sabías si corresponderle o rechazarlo.
- Yo... - no te dejó responder porque te empezó a quitar la ropa que llevabas. Él estaba siendo algo brusco contigo pero de cierta forma te gustaba así aunque se sentía tan ajeno a él, sin perder el tiempo tu novio empezó a tu explorar todo tu cuerpo especialmente tus pechos, llegando a producirte cosquillas.
Despertaste y veías a tu novio arrodillado al lado te tu cama.
- ¿Este bien? - Kiku te miraba preocupado - ¿Era una pesadilla?
- Sí, eso creo, no lo puedo recordar bien - tu amado acariciaba tu cabello.
- Estaba preocupado por la forma en cómo te movías, además parecía como si me estuvieras llamando, bueno iré a preparar el desayuno - viste partir a tu japonés pero te levantaste de golpe porque te pareció ver que él tenía un polo tuyo en sus manos.
"No sé por qué pero sentí un escalofrío en todo mi cuerpo" pensaste algo asustada.
Kiku es un hombre hermoso y aunque no cuente con el miembro más grande, estoy segura de sabe como moverse 7w7.
