Narra Melinda:
¿Eh? ¿Dónde estoy? Oh cierto, recuerdo que me quedé dormida... Pero y esta cama... ¿¡Cristian!? ¿¡Dónde está Cristian!?
-Recuerdo que estaba dormido aquí, lo recuerdo bien- dije mientras me levantaba de la cama, era extraño, observé toda la habitación y no estaba, mi piel se erizó totalmente, no, no sabía que esta pasando...
Volví a ver la ventana, ¡estaba abierta de par en par! Lo cual era extraño... Entonces lo descubrí en seguida, y como no me importó estar en el traje del instituto, decidí salir a buscarlo, corrí por los pasillos cuando de pronto una enfermera se me presentó sin avisar.
Enfermera: ¿Señorita Castillo, por qué tanto apuro?
Melinda: Yo... Cristian eh... Un paciente ha escapado por la ventana, Señorita...
Enfermera: ¿¡Qué!? ¿Cómo estás tan segura?
Melinda: Lo conozco, es un chico muy decidido y... Dejó pistas muy obvias... Pero me preocupa mucho, ya que él aún se recupera, ¡ayúdeme Señorita!
Enfermera: Tranquila, pediré ayuda a la fuerza de equipamiento del hospital y me aseguraré de que lo registren de vuelta.
Melinda: Pero porfavor, no lo maltraten, él aún está inconsciente de lo que pasa a su alrededor...
Enfermera: Debemos ser exigentes, no podemos tomarlo a la ligera. Por ahora será mejor que usted espere aquí, nosotros nos encargaremos de esto.
Respondió la enfermera dándome la espalda y caminando hacia la recepción, pero yo no estaba segura de eso, no confiaba mucho en ellos.
A pesar de que ellos saldrían a buscarlo, yo no me quedaría ahí con los brazos cruzados, entonces finjí arrecostarme en la cama y puse algunas almohadas, bajé por la ventana y silenciosamente salí del hospital.
Corrí por toda la ciudad mas no lo encontraba, entonces recordé una de las cosas que más le gustaban, los libros, no lo pensé dos veces y lo busqué en la biblioteca nocturna, y bueno, no era nada malo, solo era una biblioteca para aquellas personas que necesitasen información para algún trabajo, o incluso aquellos que solo tienen tiempo en la noche para disfrutar de la lectura.
Me alegré pues creí verlo a lo lejos, caminé aún más rápido y...
Melinda: ¡Te encontré!¿?: ¿Melinda?
Melinda: Oh... Hola Daniel
Juré haberlo visto, no podía confundir esa capucha negra con la que siempre andaba, pero me equivoqué.
Daniel: ¿Melinda te sientes bien? Tú rostro se ve pálido.
Melinda: Si-si
Daniel: Ven, siéntate
Luego de que se percatara de mi condición, me invitó a sentarme con él. Seguido de eso, me dió una botella llena de agua, para que pudiese mojar mis secos labios. Luego de eso, me hizo varias preguntas...
Daniel: Así que... buscas a Christian.
Melinda: ¿Cómo lo sabes?
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⚡🚪 єѕтα∂σ cгυєℓ
خيال علميCristian estará rodeado de adolecentes comunes que siempre encontrarán una salida a sus problemas... Hasta que quién sabe... El Estado Cruel, una vieja leyenda de una puerta... tome una forma "inesperada". La leyenda dice que sólo podrán entrar en e...