16. "Perdido en la Ciudad"

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Hasta el día de hoy no puedo olvidar el momento en el que la vi por primera vez, una chica de ojos como la miel y cabello como la noche. Y a veces pienso, es tan curioso la forma en que conocemos personas, tan inesperadamente. No soy de tener muchos amigos, de vez en cuando compro una pizza para compartir con conocidos, pero.. ¿Amigos? No sabía lo que era, hasta que conocí a Melinda.

Cristian: Por cierto, soy Cristian... ¿Y tú?

Melinda: ¿Cristian? Lindo nombre... Me llamo Melinda...

Cristian: Wow ese nombre si es bello... 

Melinda: Gracias! Es un gusto.

Cristian: Oye, ¿Te inscribirás en alguna asignatura?

Melinda: Si, en música del primer trimestre... ¿Tú?

Cristian: Yo también! Si quieres vamos juntos...

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Gracias a ella he conocido más personas, quienes se han convertido en mis amigos. Excepto la vez que conocí un chico.. de la peor manera...

Daniel: Tal vez no la hemos perdido por completo...

Cristian: ¿Por qué lo dices?

Daniel: Como dijo Adrián... Podemos arreglarlo...

Cristian: Que.. ¿¡No te quedó claro que nos odia!?

Daniel: ¡Hey! Nunca es tarde para intentarlo de nuevo...

Cristian: Yo.. No lo sé...

Daniel: Al menos, tú y yo estamos bien ahora no?

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He incluso, sigo recordando el día en que Ana decidió cambiar, lo recuerdo perfectamente...

Ana: ¡Cristian! *grita*

Cristian: ¿Que quieren ustedes dos? Van a dudar de mi de nuevo verdad!

Monse: Cristian, sólo queremos hablar contigo... Aunque no creas yo también me siento destrozada... Quiero saber cómo está Mel, pero hay límites que no podemos atravesar....

Cristian: ¡Sé que la encontraré! *alista sus cosas*

Ana: En ese caso, ¿quieres que te acompañe, Cristian?

Cristian: Ni siquiera me conoces.. ¿o sí Ana?

Ana: Perdóname, n-no estaba pensando en ese momento...

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Abrí mis ojos, me sorprendí, me aterroricé pero mis esfuerzos por mantenerme despierto y salir de la cama fueron en vano, mire hacia el techo café del hospital, y el cansancio me venció. Luego me pregunté por horas... ¿cuánto tiempo había estado en coma? Miré hacia los lados, y allí estaba Melinda, con la cabeza y brazos apoyados en la cama. Quería ver sus ojos de nuevo, quería hablarle, pero no quería despertarla... Ha de estar muy cansada, pensé, y es que en cuanto desperté, la vi, e intercambiamos palabras, pero mis párpados estaban cansados y no pude resistir mucho tiempo despierto.... Me dormí, y aquí estoy, de noche, despierto, ha de ser la media noche, sólo puedo escuchar los grillos y ver la blanca luna menguante....

⚡🚪 єѕтα∂σ cгυєℓDonde viven las historias. Descúbrelo ahora