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—¡Feliz cumpleaños a ti! ¡Feliz cumpleaños Jiminie! ¡Feliz cumpleaños a ti!.—Yoongi entró cantando a su habitación, con un mini pastel que llevaba frutas por arriba.

Tallando sus ojitos, se sentó en la cama mientras su Hyung se sentaba a un lado, para su mayor felicidad, la fiesta de disfraces también iba a ser el mismo día de su cumpleaños, y después de dos años, Yoongi le volvía a cantar la canción de cumpleaños.

—Pide un deseo.—le ordenó su amigo, no dudó en hacer caso.

Deseo que todas las personas a mi alrededor este feliz y sana, sobretodo mi familia y Yoonie hyung.

Sonriendo en grande apagó las velitas con el número 22, sin embargo, se carcajeo cuando Yoongi hizo una mini festejación, echando su cuerpo hacia atrás y cubriendo su boca con una de sus manitas. Estaba muy feliz, tanto, demasiado.

Poco después, ambos terminaron el pastel ahí arriba de la cama, Yoongi había traído dos vasos de leche para acompañar lo dulce, le daba mucha gracia ver a Jimin tan feliz, moviendo sus manitas y haciendo pucheros mientras comía, se sentía como cuando tenía solo diez años y Jimin ocho. Le gustaba mucho su sonrisa pero jamás lo decía, le gustaban más cosas pero nunca las dejaba salir a la luz.

—Yoongi Hyung.—le saco de sus pensamientos cuando el menor hablo dejando en la mesa de noche el vaso donde iba la leche ya vacío.—Me quiero emborrachar.

¿Por que el menor cambiaba su semblante de dulce a uno rudo?. Era algo digno de Park Jimin solamente eso lo tenía muy claro, pues por esas dos facetas es que era su mejor amigo.

Soltando una pequeña carcajada contestó.—¿A donde quieres ir?.

—La quiero pasar aquí, vamos a beber Hyung, hay que olvidarnos de todo.—dijo levantándose de la cama.

—Ya se, dices eso por que tus cumpleaños pasado no la pasamos juntos, ¿verdad?.—¡Si!  Irene no me deja disfrutar de mi mejor amigo en paz.

—Sip.—dijo viendo hacia otro lado, Yoongi rodo los ojos y negó un par de veces sonriendo.

—Me iré a dar una ducha.—el menor asintió y Yoongi tomó un conjunto del armario del menor, sabía que este no tendría molestia prestándole de su ropa pues sabía que no se la quedaba. Estaba en buenas manos.

Cuando el pálido atravesó la puerta del baño, Jimin bajo de la cama caminando hacía la cocina donde dejó los dos vasos vacíos en la mesa y tiro la caja del pastel a la basura. Sonrió al saber que su mejor decidió pasar ahora con él a que con su novia, Irene no le caía mal, para nada, era muy buena persona. Se la llevaban muy bien, era divertida y juguetona, aunque fue un poco difícil acercarse a ella, con ayuda de Yoongi lo logró.

Incluso, Irene le preguntaba varias cosas acerca de Yoongi, no dudó en contestarselas, su cumpleaños, que le gusta y que no entre más cosas.

Su celular sonó de nuevo con algo de pereza lo tomó contestando la llamada entrante.

¡Feliz cumpleaños Jiminie Hyung!.—el nombrado sonrió apartando un poco el celular de su oído por el grito de su amigo.

—Gracias Kookie.—se sentó en el sillón de la sala encendiendo la televisión para ver algún programa o caricatura.

Amm... Quería, p-preguntarte si... ¿No quieres salir conmigo a comer algo?.

—Veras Kookie... Yo... Estoy con...

—Su novio.—Dio un salto en su lugar por el susto, ¿como Yoongi había salido de la ducha tan rápido?. Bufo y le dijo que guardara silencio más este solo se sentó a su lado pasando un brazo por detrás de su cabeza.

¿E-Es su n-novio?...—Jimin rodo los ojos y miro a Yoongi.

—No... Activa la Cámara, Kookie.—le dijo y el joven no tardo en hacer caso, alejo el celular de su oído mirando a un pelinegro muy guapo y joven, Jungkook, no iba a mentir, era bastante atractivo pero no era su tipo, además el cabello largo se le miraba tan jodidamente bien.

—Jiminie es mío, no se lo puedo dar a nadie, ¿escuchaste mocoso?.—Jimin se sentó en otro sillón, le sonrió de vuelta.

—No le hagas caso, es mi mejor amigo. Solo esta bromeando.

Ambos continuaron conversando cosas casuales y todo normal hasta que volvió a llegar Yoongi gimiendo a todo volumen tan agudo como podía, Jungkook se carcajeo cuando Jimin tomó un cojin y le tiro con él haciendo que su mayor también sonriera. Poco después los tres estaban conversando muy bien y tranquilos, aparte Taehyung había llegado ya a la casa del maknae quien le recibió amable, después de saludarse la llamada se dio por terminada jugándose verse luego.

Jimin se había quedado sentado en la sala mientras Yoongi estaba preparando el desayuno, el menor escuchaba los sonidos que hacían los utensilios al chocar y unos huevos friendose, solo miraba los sillones pero en su cabeza miraba a dos niños de diez y ocho años jugando en una falsa casa de campaña creada con solo sabanas y algunas almohadas, viendo su película favorita mientras comían frituras o galletas.

¡Hyung!.—Grito en un pequeño susurro.—Ya no hay galletas... Quiero galletitas, Hyung.

El niño de tez pálida le miro y torció la boca al mirar la caja de galletas vacia. Más se vio interrumpido cuando unas manitas tomaron las suyas saliendo así de la "casa de acampar" Se dirigieron hasta la cocina.

¡Hyung!.le dijo para después susurrarle:

—Este es nuestro secreto... No se lo puede decir a nadie. —habló para el mismo en voz baja recordando aquel momento como si hubiese sido ayer.

—J-Jiminie... Se que esta mal, nuestras mamás se van a molestar.

—No tienen por que enterarse. A-Además, quiero galletitas. Y tu eres el único que puede alcanzarlas.

¿Vas a desayunar?.—La voz del pálido le saco de sus pensamientos, asintiendo camino hasta el comedor, donde ya estaba el desayuno servido, dos huevos fritos junto a trozos de tocino y un vaso de jugó de naranja.

El mayor se sentó frente a él, mientras tomaba de su jugó, estaban concentrados desayunando, hasta que sus platos quedaron vacíos, Jimin quedo satisfecho con lo que había comido y Yoongi también, poco después ambos se sentaron a ver la tele.

—¿Sabes...? Pienso que deberías ya vivir aquí Yoongi Hyung.—bromeó el menor haciendo que su mayor riera.

—Lo estoy pensando sabes.—Ahora Jimin no pudo evitar reír mientras miraba a su mejor amigo.—Una foto te dura más, Minie.

—Ja Ja, muy gracioso. Yoongi, Jungkook me había invitado a comer pero, pues... Ya sabes lo que te dije.—El pálido dejó su celular de lado y miro al de piel canela, poniéndole atención.—Vamos a pasar este día solos.

Nuestro secreto - yoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora