Antología MDZS y The Untamed

El más deseado.

Lan XiChen miraba desde el televisor la suave y grácil figura de su novio. Parecía un cisne moviéndose con soberbia y elegancia por toda la pasarela, haciendo ver al mundo lo inalcanzable que era para todos. Jiang Cheng era inalcanzable para todo el mundo excepto para él.

Cada día que pasaba se preguntaba cómo había llegado a ser el novio del modelo más cotizado de China. Las condiciones fueron demasiado afortunadas en su encuentro. En una ocasión sus amigos MingJue y Yao lo convencieron de ir a una cafetería de moda en la ciudad y como de costumbre ambos se demoraron bastante en llegar – de hecho, nunca se aparecieron ese día – porque se desviaron echando un polvo en la oficina, aquel detalle le hacía crispar la piel y arrugar el entrecejo.

XiChen se encontraba leyendo cuando escuchó a alguien detrás de él echando maldiciones. Giró para toparse con los ojos más hermosos que había visto en su vida, los de Jiang Cheng que al parecer tenía un predicamento con su computadora y se encontraba gritándole a alguien por el celular.

– ¡Wei Ying! ¿Qué mierda le hiciste a esta estúpida computadora? – gritaba el joven de tanto en tanto.

Con su espíritu bondadoso por naturaleza Lan XiChen se acercó a él para ofrecer su ayuda, pero en cambio recibió gritos.

– ¿Qué rayos quiere? ¿Quién es usted? – gritó el joven.

– Oh, discúlpeme, realmente vi que tiene problemas con su equipo y yo se algo de programación, pero creo que lo molesté así que mejor...

– ¡No, espere! En verdad lo lamento, es solo que soy malo con la tecnología si usted puede ayudarme sería genial – dijo Cheng con el rostro avergonzado.

Y así fue como se conocieron. Jiang Cheng le ofreció invitarlo a comer a cambio de su ayuda y viendo que sus amigos no llegaban, XiChen aceptó aun cuando se sentía muy nervioso y torpe por están con un chico tan hermoso. Al finalizar su encuentro casual, XiChen le dio su tarjeta a Cheng y a cambio el menor le escribió su número en la palma de su mano.

Tres días después Lan Huan continuaba intentando juntar el valor suficiente para mandarle un mensaje por whatsapp y cuando casi lo enviaba recibió una llamada precisamente de Jiang Cheng. Al parecer el joven necesitaba un abogado para obtener una orden de restricción contra un tipo llamado Wen Xu que lo acosaba y así fue como decidió llamar a Lan XiChen. Cheng confesó que lo había buscado a él, porque no quería que sus padres se enteraran y lo obligaran a dejar el mundo del modelaje.

Así fue como comenzaron a frecuentarse por motivos legales hasta que en una ocasión el mismo XiChen golpeó al Wen por intentar bordar a Jiang Cheng en una fiesta. Fue ahí donde el menor con la excusa de sentirse protegido comenzó a quedarse en su casa paseando con ropa ligera por todos lados, poniendo a prueba la fuerza de voluntad del Lan hasta que el pobre hombre se quebró y le hizo el amor apasionada y dulcemente en el sillón de su sala.

Lo demás fue historia y ahora llevaban un año de relación. XiChen pensaba en todo eso cuando su cuñado y asistente personal de su novio llegó para sacarlo de su transe.

– Hermano mayor ¿no te molesta? – preguntó Wei Ying.

– ¿Qué cosa?

– Que todo el mundo sienta deseo por mí hermanito, papá lo odia y yo también me siento muy molesto por eso a veces, ¿no te molesta?

El Lan sonrió de lado.

– Realmente no... no cuando por las noches está solo para mí, diciendo solo mi nombre – dijo guiñando un ojo.

Wei Ying sonrió ampliamente.

– ¡Vaya, hermano mayor! Ten cuidado con lo que dices, si papá te escucha tu quijada estaría en Londres ahora mismo – dijo entre risas.