Capítulo 1.

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Gruñí ante la presencia de mi despertador. Odiaba ese ruido, no había nada que odiara más que eso. Moví mi mano, tratando de encontrar la cosa electrónica que hacía que mis oídos ardieran. Con un movimiento brusco, hice que el despertador cayera de su posición hacia el piso, haciéndose añicos. Unos pasos en mi cuarto hicieron que moviera mi cabeza hacia la persona que estaba apoyada en el marco de la puerta. Mi madre se hallaba con el seño fruncido y, con la mirada en el despertador echo añicos. Sonreí ante su presencia, seguro estaba molesta, puesto a que era la tercera vez en el día que se me caía algo.

- Vete a cambiar, se te hace tarde para el instituto. - Besó mi cabeza y cerró la puerta; escuché sus pasos bajando las escaleras. Bufé, me destapé mi cuerpo, el cual estaba enredado entre las sábanas blancas. Caminé echa un monstruo hacia mi cuarto de baño, me miré hacia el espejo e hice una mueca de disgusto. No es que no me gustara como fuera, pero tampoco soy una modelo de verano 2014.

Mi nombre es Skylar Johanson, castaña y ojos azules. Podría considerarme normal, ni gorda, ni flaca. Mi madre se llama Clary. Estuvo casada con mi padre, mi mejor amigo, quien falleció hace 4 años. Ahora vivimos en una casa normal. Tengo una buena amistad con mis amigos, Samuel y Jessica; gracias a ellos pude seguir adelante, pero el vacío que se creó adentro mío luego de la muerte de mi padre, no puede llenarlo nadie, tampoco mi madre. Me cepillé mis dientes y cabello, el cual hice un moño con un trensa en sí.

Tomé una remera negra y mis leggins blancos, acompañdos con mis Vans negras. Bajé las escaleras de a dos, tratando de no caer rodando. Mi hermano Kelian se encontraba desayunando junto con mi madre. Él era más grande que yo, pero solo por un año, quiere decir, que él tiene 19 y yo 18. Kelian es muy sobreprotecror, tanto conmigo como con mi madre. A lo contrario de mí, él era rubio con sus ojos verdes. Era más alto que yo, por lo que se podría decir que mi cabeza cabía a la perfección en su pecho. Y sí, era el más popular del instituto por su "fama" de nadador. Le dí un beso en la mejilla, al igual que a mi madre. Tomé mi desayuno y lo tragué rápidamente.

- Querida, - Llamó mi madre, mientras lavaba los platos - quiero que vallas con Kelian en su auto. - Fruncí el seño.

- ¿Por qué?. - Pregunté confundida.

- Sin explicaciones. - Respondió seria, a lo que me hizo estremecer. - Vas y ya. - Asentí lentamente, a la vez que miraba de reojo a Kelian. Estaba serio, comiendo de sus frutillas. Esto tenía muy mala espina.

Tomé mi bolso y salí por la puerta, no sin antes saludar a mi madre. Revisé mis mensajes y tenía una cuantos de Sam y Jessi.

Jessi: ¿Cuándo llegas? Mujer, tengo la regla y no querrás hacerme esperar más.

Sam: ¡Iugh!, no era necesario decir eso.

Yo: ¡Ya!, ¡esperenme!, mi hermano me llevará, ami querida madre se le ocurrió que él me llevara. Pero ahora que lo pienso, iré en mi auto.

Cerré mi celular, sintiendo como vibraba en mi bolsillo trasero. Tomé las llaves de mi carro y encendí mi Fiat rojo. Me arreglé por el retrovisor, sin siquiera importarme los gritos de Kelian detrás mío, diciéndome que vuelva a su carro. Me abroché el cinturón de seguridad y apretujé el acelerador, a la vez que ponía segunda.

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Llegué a las puertas del instituo, encontrándome allí a Sam y a Jessi. Cerré mi carro y caminé hacia ellos. Los saludé con un beso en la mejilla. Jessica era una castaña natural, mientras que Sam era pelirrojo. Los dos eran altos, por lo que la única pitufa aquí, era yo.

- ¿Se puede saber dónde estábas?. - Preguntó Jessica, cruzándose de brazos. Sonaba enojada, pero yo no tenía la culpa del tráfico, ¿no?.

- ¿Alguna vez usas tu cerebro? - Entrecerré los ojos hacia ella - Conducí hasta aquí en mi carro, y no es mi culpa que haya tanto tráfico. Sí ese es tu problema, puedes avísarle al borracho toma drogas quien chocó. - Levanté mis llaves enfrente de sus narices.

Sí, soy seria, desde la muerte de mi querido padre no he reído, ni tampoco ha aperecido felicidad alguna por mi rostro. Pero ellos entendían mi seriedad, y por eso los amaba.

- Chicas - Insinuó Samuel, negando con la cabeza. Le dí un zape en la parte trasera de su cabeza, mientras que este se sobaba en la parte afectada.

- Cállate - Espetó Jessica.

Un ruido ensordesedor, hizo que la mayoría que se hallaban en la entrada movieran sus cabezas hacia la persona que lo produjo. Mis ojos se encontraron abiertos. Había un chico, con su chaqueta negra al igual que sus jeans y sus botas. Su cabello castaño oscuro estaba con un hopo hacia el cielo y tenía estatura alta. Este salió de su auto ferrari con manera de "bad boy", lo que hizo que muchas chicas gimieran, todas, también Jessica, menos yo.

Era lindo, apuesto; pero no era mi tipo. Sus ojos se encontraron con los míos, y una sonrisa yació en sus labios, mostrando todos sus dientes perfectos y blancos. A lo contrario, yo estaba seria, sintiendo que podría ser algún violador, o algún secuestrador en serie. Quedé dura en mi lugar, sus ojos parecían negros a distancia lejana, parecían esconder un profundo secreto en ellos, y a la vez estos te describían una sola palabra: problemas. Esa palabra hacía que mi estómago se rolviera entre sí, e hiciera un ruido insorpotable. Aparté la vista rápidamente, tomé a mis amigos por los brazos y los llevé adentro, sintiendo a Jessica suspirar cada vez que describía al chico y a Samuel tapándose los oídos; una chica se le cruzó por delante y esa fue su salida de emergencia. El bien idiota me dejó sola con Jessica. No prestaba atención ante su nuevo "discurso de amor", no podía sacarme de la cabeza los ojos del nuevo chico "misterioso" y tampoco la palabra problemas.

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Hola! Espero que les haya gustado el cap, uno nuevo :). Voten y comenten, hasta el próximo capitulo.

El peinado de Sky en multimedia.

YL<3

Angel of Darkness.©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora