1. A veces todo puede malir sal

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Acaso alguien conoce y entiende acerca de viajes en el tiempo y entre dimensiones, si es así que bueno, por qué yo no y estoy en quien sabe cuándo, en quien sabe dónde con el chico más engreído y "yo lo se todo " en el mundo y quieren saber cómo paso todo esto, pues todo comenzó como un día normal de escuela o eso pensé yo, no podía estar más equivocado.

Eran las 5:40 AM y como todos los días apagaba mi despertador y lo posponía 5 minutos más, por qué quien no hace eso?, después de tomar un baño rápido baje a desayunar un pan tostado con mermelada de piña y un café con leche que era demaciado dulce, pero así era como me gustaba.

Al salir de mi casa fue un camino tranquilo y silencioso pues aún tenía tiempo, hasta que llegó el.

-Hola Makoto -me saludo con demasiada energía, si yo era alegre el era el triple, algún día le preguntare su secreto.

-Hola Daniel, tan alegre a estas horas?, Dime cuál es tu secreto, un kilo de azúcar? -lo dije un poco sarcástico, yo tenía sueño y me quería tirar en el piso para descansar un poco y él parecía que tenía energía para correr un maratón de 50 metros que quizá no lo ganará pero si lo correría, aún así como era posible eso?!

No lo entiendo.

Aunque talvez debería empezar a hacer cafés con la suficiente azúcar para causarme un coma diabético, si talvez debería intentarlo al menos así estaría más despierto.

-Siempre tan negativo y sarcástico, ya cásate -me miraba de forma cansada, como cuando olvidas la tarea a diario, cuando es a él al que le pasa eso.

Siempre con sus pequeñas bromas.

-¡¿Yo!?, ¿Casarme?, uff ni en un millón de años! -lo dije de forma dramática mientras desviando la mirada, cruzando mis brazos en forma de desaprobación, aún que solo estaba jugando.

Honestamente nunca e pensado en casarme y formar una familia, quizá sea por qué aún soy muy joven o por qué no he encontrado a la persona adecuada, aun así me parece imposible amar a alguien y querer formar una vida juntos para siempre, es demaciado irreal para mí, quizá un par de años.

¿Pero toda la vida?

Es demasiado.

-Es cierto, eres tan amargado que nadie se casaría contigo -sonreía de manera triunfante por qué sabía con certeza que tenía razón.

Y aún que si la tiene...

-Grosero -lo dije en forma de puchero desviando mi mirada de el.

-¿Pero tengo razón? -pregunto con una ancha sonrisa en sus labios.

-Pero tienes razón, date prisa o llegaremos tarde -encerio no quiero seguir hablando de ese tema.

-¿Carreras? -lo dijo al mismo tiempo que se ponía en una posición para correr.

-¡Carreras! -comencé a correr después de terminar de hablar.

Realmente parecíamos niños pequeños corriendo lo más rápido posible para no perder por el otro, aún que en mi defensa como adolescente, mi orgullo está en juego y destrozar el suyo también, era gracioso aunque al final yo llegue primero, no era ninguna novedad y no dude en restregarse lo en la cara, porque teníamos la confianza suficiente para demostrar cualquier emoción que sintamos y no solo fingir felicidad todo el tiempo.

Era divertido como se veía enojado y con una mirada amenazante en sus ojos, pero solo me causaba más gracia a mi.

-Te ganaré la próxima vez -dijo de forma amenazante y cansada, tratando de regular su respiración.

¿Cuántas veces habré escuchado eso de el?

Supongo que tantas que ya perdí la cuenta.

-Eso lo escucho siempre que te gano en algo, acepta que soy mejor que tú al menos es esto -respondí con una sonrisa triunfante, el es bueno en muchas cosas y quiero aprovechar en las que lo superó.

Un accidente intencional (yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora