TodoDeku Mañana de resaca ¡Terminada! C:

¿Qué sucedió?

Eran las 11 am del sábado, los rayos del sol entraban a través de la ventana, la brisa de una mañana de primavera inundaba con su aroma a flores la habitación. En ella se encontraba durmiendo plácidamente Midoriya Izuku, respirando rítmicamente, quien al sentir la luz solar en su rostro comenzó a despertar. Abrió los ojos y, aún somnoliento percibió aquel aroma primavera y esa agradable brisa, se sentía bastante cálido.

—¡Autch! Mi cabeza me duele muchísimo —exclamó suavemente el peliverde —Creo que bebí más de la cuenta anoche, solo espero no haber hecho nada estupido.

Se sentó en la cama y comenzó a observar su entorno y fue entonces que se percató de que aquella habitación no era la suya, era la de alguien más y no sabía como había ido a parar allí. Al notar eso se puso nervioso, tan nervioso que comenzó a hundirse en sus propios pensamientos y comenzó a murmurar, no tenía idea de qué había hecho y de cómo había ido a parar allí. Sintió una cosa que lo sacó de su mente, algo había rozado su muslo, fue una sensación de contacto piel con piel, en ese momento se percató de dos cosas, la primera fue que estaba desnudo y la segunda y que generó más temor en el chico fue que a su lado, en la misma pequeña cama, dormía un chico, no cualquier chico, si no que nada más ni nada menos que Todoroki Shoto, uno de sus amigos más cercanos. No pudo evitar pensar en lo lindo que se veía durmiendo así, al momento en qué pasó esto por su cabeza no pudo evitar decirse a sí mismo.

—¿Qué estás pensando Izuku? es tu amigo y es un chico, no puedo pensar que es lindo... ¿o sí?

El bicolor parecía desnudo, pues su torso lo estaba. Midoriya entró en pánico, no sabía que hacer ni que había pasado, además no podía entender porqué estaba pensando cosas tan raras. Nuevamente comenzó a murmurar, muy nervioso, sentía que todo se había arruinado, estaba pensando lo peor y solo pedía estar equivocado.

—Uaaaah —se escuchó un bostezo que hizo al peliverde volver a mirar hacia el bicolor —No debería haber bebido anoche, no suelo hacerlo, pero bueno... no recuerdo por qué lo hice —habló Shoto con tranquilidad abriendo los ojos.

En ese momento ambos cruzaron miradas.

Hubo un silencio, muy incómodo, ambos estaban petrificados, no sabían que ocurría, por primera vez Izuku vio que la usual tranquilidad de Shoto se rompía y se transformaba en un nerviosismo muy marcado. Shoto miró a Izuku, se percató que bajo el borde de la sanaba que cubría sus piernas se podía observar la suave piel de su trasero, en ese momento, torpemente y apresuradamente levantó la sábana por completo, descubriendo que ambos estaban completamente desnudos.

Izuku al ver el cuerpo de Shoto no pudo ocultar un gran sonrojo, su cara se sentía ardiendo. Por otro lado Shoto comenzó a sentir como su corazón se aceleraba, asumió je era por el nerviosismo y la verguenza, aunque sentía que había algo más, algo que jamás había notado. Tardaron unos segundos en reaccionar, segundos en los que ninguno de los dos pudo dejar de observar el cuerpo del contrario. Midoriya reaccionó primero.

—To- to- todoroki-Kun, por favor deja de mirarme, me avergüenzas —dijo levantándose un poco y cubriéndose inmediatamente con lo primero que encontró, que casualmente era la camiseta de Todoroki.
—Lo- lo siento, es que estoy en shock, no se qué pasó, que hicimos, como terminamos en esta situación. No logro recordar nada —dijo un Todoroki Shoto muy avergonzado y sonrojado.

Midoriya no pudo evitar sentir ternura por él, aquel Todoroki-kun que siempre se mostraba frío y distante, se estaba mostrando vulnerable, incluso tartamudeo frente a el. En ese momento sintió algo extraño, sintió como un líquido escurría por su trasero. En ese momento entró en pánico, llevó su mano al lugar y tocó el líquido, lo vio y descubrió que era un líquido blanquecino muy familiar, comenzó a sentir un leve dolor y sus piernas no le respondían muy bien. Se dejó caer en la cama con la mirada perdida y sin decir nada.