ɱąɬཞıɱơŋıơ ʂıŋ ąɱơཞ 💗 |•I̴N̴U̴Y̴A̴S̴H̴A̴•|

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6: Dolorosa traicion

Se encontraba cabeceando el sueño le ganaba y todo por culpa de Inuyasha Taicho, suspiro y observo a su padre desde la silla se notaba mas cansado de lo acostumbrado le quedaban pocos días y cada segundo era mas notorio, se levanto de la silla llevándose una mano a la cara tenia tanto sueño que solo deseaba descansar un poco, salio de la habitación recorriendo el pasillo para meterse a su alcoba que para su desgracia estaba habitada por Inuyasha que la recibió con una sonrisa seductora causándole un escalofrió

-Que hace aquí- Arrugo la frente pero que fastidio soportar la presencia de su esposo por que le prestaba tantas atenciones ahora.

-Necesitaba verte Kagome- se acerco a ella hasta pegarla a la puerta acerco su rostro y paso sus labios por el cuello.

-Por que haces esto- Su voz era agitada que cruel era, su escote bajaba y subía y el cuerpo varonil musculoso tan cerca le causaba calor demasiado y le agradaba.

-Por que siempre obtengo lo que quiero- se alejo y miro sus ojos cafés ¿era solo deseo? Si la poseía se olvidaría de ella nuevamente quería creer eso pero algo dentro le decía que no.

Cerro sus ojos recibiendo los besos que bajaban hasta el inicio de sus pechos no hacia falta que el la sujetara tenia deseos que no podía ocultar pero dejarse llevar así olvidando todo el daño que le había hecho Taicho, imposible y si jugaba su mismo juego tal vez no era ese hombre duro y controlador que aparentaba ser, jugar el mismo juego abrió sus ojos y puso ambas manos en su pecho.

-Yo también- Sonrió picaramente por lo que iba hacer pero era una mujer y se lo demostraría, lo fue empujando lentamente hasta caer enzima de el en la cama.

-Kagome que haces-Sus ojos dorados observaban detenidamente a la joven que desabrochaba los botones de su camisa, esa era la niña ingenua no parecía una niña aunque en su mirada tenia la ingenuidad tatuada que no podía aparentar que planeaba se dio la vuelta quedando sobre ella…-Me gusta tener el control.

El corazón se le quería salir del pecho, podría continuar el juego por dios solo era una niña aparentando ser una mujer así se sentía, se giro quedando ahora ella sobre el no se dejaría vencer…-y a mi me gusta ser la que controla- Sonrió nerviosamente aparentando.

Sus ojos dorados que denotaban seguridad la observaban con que quería jugar que ingenua esto lo excitaba su esposita a la que jamás vio a la que jamás amo por la que nunca sintió deseo era una mujer tan atrayente llena de misterios pasiones como ninguna otra, tan dulce ¿había mujer mas perfecta?, ahora comprendió su lejanía la venda que se había puesto solo era para negarse a conocerla podía enamorarse de alguien como ella claro que podía y a eso le tenia miedo al amor…-Kagome e sido un imbecil por proponerte esa tontería- Se levanto de la cama sentándose en ella y tomando a Kagome de la cintura posándola muy cerca de el.

-Tu… de verdad sientes haberme dicho eso Inuyasha-Ya no quería jugar solo deseaba sentirse amada protegida por un segundo, eso era cierto El gran Inuyasha Taicho se arrepentía de esos años de infelicidad quería enmendar las cosas.

-Me arrepiento por haberte ignorando 3 años por haberte hecho sentir infeliz pero es de humanos cometer errores y si tu… me perdonaras yo intentaría cambiar- Ella y solo ella le hacia hablar así tan humanamente, empezaba a salir aquel sentimiento que tubo cautivo tratando de ignorarlo, desde que la conoció el corazón le brinco y no quiso aceptarlo prefirió guardárselo ignorarla pero ahora… la tenia tan cerca era su esposa solo suya y no la dejaría ir.

-Nose si pueda confiar en ti- Cerro los ojos intentando despertar por que solo en sus sueños Inuyasha hablaba así mostrando que sentía algo, cuando sintió los labios firmes de su esposo sobre los suyos supo que eso no era un sueño si no una realidad empezó a besarla ella intento mover los labios torpemente mientras el la hacia para atrás acariciándole el rostro.