30-04-12
Ni siquiera recuerdo como es que ha crecido tanto mi pequeño angelito, lo único que se es que han pasado los días y son días de Felicidad a su lado, pues yo no soy su madre, apenas y tengo 12 años -pero lo amo, como si fuera mi hijo, como si yo tuviera la necesidad de cuidarlo para sentirme bien- Lo amo tanto que cuando me separó de el o escucho su llanto tengo ganas de correr a su lado, abrazarlo y consolarlo para calmar su llanto.
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Era día del niño, simplemente un día soleado -de esos días que odio, pues el sol me causa bochorno y mal humor- yo le tenía preparada una sorpresa a mis dos sobrinos.
Para mi sobrina Allison Aime --por cierto ella es hermana de Christopher, tan sólo tiene un año y medio, ojos café claros, piel muy suave un poco blanca y muy chaparrita, casi a la estatura de su hermano- un oso de peluche enorme, con ojos cafés y una corona dorada con diamantes de fantasía y para mi sobrino Christopher Tadeo, una caja completa de pequeños juegos de sonajas y muñecos de plástico que emitían un sonido al apretarles el la panza.
Ese día estábamos muy contentos los tres, pues todo el día jugamos con lo que yo les había dado de regalo...
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Hasta mas no poder, terminamos demasiado cansados, Christopher se durmió en la habitación de mi madre y lo tuve que llevar a acostar en su cuna de ositos de colores, -que por cierto esa también era mía- unos minutos después mi sobrina callo rendida y comenzó a cerrar los ojos y por fin se durmió...
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Un ángel más.
De Todoesta es una de tantas historias que me gustaría contar... pero de esas tantas, esta es la mejor. Una historia muy real, una historia que me marco de por vida, una historia que tal vez te haga llorar. Quisiera volver el tiempo y volver a abrazar a e...
