✔︎ 𝒊𝒓𝒐𝒏𝒘𝒊𝒅𝒐𝒘

Capítulo 5

Natasha ajustó su vestido de cóctel verde oscuro por última vez antes de abrir la puerta de su apartamento.

"Hola, Tony", lo saludó con una amplia sonrisa.

El se detuvo por un momento, con la boca ligeramente abierta por un segundo antes de soltar un silbido.

Ella puso los ojos en blanco con una sonrisa y se preparó.

"Te ves impresionante", dijo simplemente, ofreciéndole su brazo.

Ella deslizó su brazo sobre el de él, su piel hormigueó muy ligeramente cuando él rozó su mano contra la de ella. "Gracias. Te ves bien también", agregó, pensando internamente cómo la palabra bien era un eufemismo completo.

La acompañó por el camino a la calle y buscó en su bolsillo, presionando un botón de un control remoto. "Después de ti", dijo, abriendo la puerta del lado del pasajero a un elegante auto rojo de lujo.

Se deslizó asombrada, mirando a su alrededor cuando él cerró la puerta tras ella y caminó hacia el lado del conductor para subirse. "¿Dónde está tu conductor?"

El se encogió de hombros. "Le di la noche libre. Solo estamos tú y yo hoy, cariño".

Ella asintió. "¿Sabes conducirlo?.

"Eso espero", dijo, volviéndose hacia ella antes de alejarse de la acera. "Intenté todo para hacerlo bien", agregó sinceramente.

Ella sonrió. "Bueno, lo estás haciendo bien hasta ahora. Entonces, ¿a dónde vamos?"

Él le devolvió la sonrisa. "Verás."

Cuando llegaron al restaurante, se apresuró a su lado para abrir la puerta una vez más y esta vez no dudó en pasarle el brazo por el suyo cuando se lo ofreció. Inmediatamente fueron rodeados por fotógrafos.

"Lo siento", dijo con los ojos entrecerrados. "No hay mucho que pueda hacer al respecto, pero te prometo una mesa privada una vez que entremos".

Ella sacudió su cabeza. "Está bien. No pueden imprimir nada peor que las cosas que ya se han dicho sobre mí", le aseguró. "Relájate."

Soltó un suspiro lento, su boca formando una sonrisa genuina.

El anfitrión no tardó en sentarlos en la mesa privada que Tony había prometido. Una vez que estuvieron acomodados con menús desplegados, ella miró a su alrededor. "Italiano. Agradable. ¿Cómo te enteraste de este lugar?"

Él sonrió con su firma, amplia y abierta boca con dientes blancos perfectos. "Aquí es donde mi padre llevó a mi madre a su primera cita. No he estado aquí desde que era niño, pero escuché que la comida sigue siendo excelente, aunque tienen diferentes dueños. Por favor, ordena lo que quieras".

Sus ojos se abrieron de par en par. "¿En serio?"

El asintió.

"¿Por qué yo?" Preguntó después de un momento.

"Porque eres diferente", respondió sin dudarlo. "Tú y yo ... somos iguales en formas que los demás simplemente no entenderían".

Ella asintió.

"Además, me tomas en serio, incluso cuando estoy siendo ridículo".

Ella sonrió ante eso.

"Estoy realmente contento de que hayas aceptado salir conmigo esta noche, Natasha", dijo, estirando la mano para agarrar sus manos entre las suyas.

Ella tembló ligeramente ante la electricidad en su toque. "Esto es tan surrealista. Todo este asunto del tratamiento real. Nunca he sido la chica que atrae al príncipe".