✔︎ 𝒊𝒓𝒐𝒏𝒘𝒊𝒅𝒐𝒘

Capítulo 10

Ambos estuvieron en silencio por un largo momento. Cuando Tony finalmente parpadeó, sacudió la cabeza, apartó la vista de ella solo para mirar el cartel del hospital detrás de ellos. "Bueno, supongo que mi deuda desconocida con Barton acaba de ser pagada", murmuró sarcásticamente.

Ella lo miró en silencio por unos momentos más.

"No dices nada", observó.

"Tampoco vosotros."

"¿Vas a dar más detalles, o ese también es un gran secreto?"

Ella mantuvo la calma, había estado preparada para que él se pusiera a la defensiva después de escuchar su confesión. "Después de que regresaste de Afganistán, los rumores se extendieron rápidamente. Todos querían saber tus secretos. Mis controladores querían ser los primeros".

"¿El reactor de arco? ¿De eso se trataba todo esto?"

Ella asintió.

"Estoy acostumbrado a que la gente venga a por mí, pero esto ..." Silbó. "Esto es nuevo." Caminaba de un lado a otro un par de veces mientras lo asimilaba todo. "Alguien entró en mi caja fuerte privada en la casa de Chicago. ¿Fuiste tú?"

"Sí", dijo ella, con los ojos fijos en él.

Él rió. "Eso es impresionante. Ni siquiera puedo decirte dónde está la maldita caja en ese lugar, y mucho menos cuál es el código. Bueno, supongo que es bueno que no estuviera allí en ese momento".

Ella sacudió su cabeza. "Estaba buscando información sobre la tecnología del reactor de arco en ese momento".

"No, pero estuviste en mi casa unos meses después, ¿no? ¿En Malibú? Acababa de llegar a casa de cenar con Pepper y sabía que algo estaba mal. Todo mi equipo de seguridad y yo te seguimos durante seiscientas trece millas antes de que te fueras ".

"Lo recuerdo."

"La Viuda Negra no iba a detenerse, ¿eh? No te acercaste lo suficiente las dos primeras veces, por supuesto que tenías que seguir adelante".

"Tony ..."

"Hiciste una toma de mi jet privado, ¿verdad? ¿Plantaste una bomba? Yo tampoco estuve allí ese día, pero ¿mi piloto? No tuvo tanta suerte, ¿verdad? Se llamaba David Johnson. Lo conocía desde que era estudiante universitario. Tenía tres hijos pequeños, y esposa ".

"Tony, yo ... lo siento", susurró.

"¡¿Tu lo sientes?!" Él gritó. "El reactor de arco, ¿eh?" Su respiración se aceleró cuando colocó sus manos inconscientemente sobre su pecho. "T- Te dije todo ... ¡Dejé que lo toques, dejé que me toques!"

"Tony, estás entrando en pánico", dijo ella, alcanzándolo, pero él se apartó rápidamente, alejándose de ella. "No voy a lastimarte".

Levantó las manos. "No, tú ... ya me has hecho daño". Sus ojos se entrecerraron. "¿Porqué me estas diciendo esto?"

"Porque me preocupo por ti."

Él resopló. "Así es como lo haces, ¿verdad? ¿Viuda Negra?"

"Tony, soy yo. Natasha. Ya no soy esa persona".

"Espera un minuto." Él dejó de pasearse. "Solo regresé seis meses antes de que Fury te plantara en mi compañía. ¿Cuánto tiempo has sido parte de SHIELD, eh? ¿Como, tres semanas? ¿Fue esa tu prueba? Si podias estar cerca de mí y mi casa sin matarme, entonces debes ser lo suficientemente bueno para SHIELD, ¿verdad? " Sacudió la cabeza, sus ojos ligeramente salvajes.

"Pasé por un montón de desprogramación cuando llegué a SHIELD", le informó, su voz suave. "Pasaron meses de entrenamiento mental y físico antes de que me enviaran a mi primera misión. Y te prometo que eso estuvo lejos de ser mi primera misión".

"Correcto. Y Fury no te habría enviado si no estuviera absolutamente seguro de que podrías manejarlo, ¿verdad?" Preguntó amargamente, todavía sacudiendo la cabeza.

"Lo sé. Sé que esto es mucho para ti en este momento", dijo con calma. "Y entiendo que probablemente necesites algo de tiempo ..."

Se detuvo por un momento, su respiración se convirtió en jadeos rápidos y agudos. "Dios, no ahora ..." gimió, tratando de estabilizar sus manos, que no se había dado cuenta de que había estado temblando.

"Está bien", dijo Natasha, tendiéndole las manos sin tocarlo. "Estás bien. Solo respira profundamente, Tony. Ojos en mí, ¿recuerdas?"

"Oh, puede apostar que mis ojos estarán puestos en usted, Agente Romanoff", dijo, con la voz ligeramente temblorosa.

"Tony, no voy a lastimarte. Tienes que creerme".

Él asintió cuando su respiración comenzó a disminuir a la normalidad. "Lo sé. No es parte de tu misión en este momento, ¿verdad?"

Ella sacudió su cabeza. "No se trata de la misión. Y ahora estamos del mismo lado. No te conocía en ese entonces, pero te conozco ahora. O al menos, nos estábamos divirtiendo al conocernos, ¿verdad?"

Puso una mano todavía temblorosa sobre su boca mientras se estabilizaba. "Tengo que irme, tengo que salir de aquí ..."

"Tony, espera. Entiendo que necesitas tiempo, pero por favor, no salgas corriendo ahora", suplicó.

Él la miró de nuevo, una leve risa atrapada en su garganta. "¿Correr?" Preguntó, tocando su antebrazo antes de levantar ambos brazos en el aire. "Vamos, cariño. Sabes que correr no es mi estilo".

Antes de que ella pudiera siquiera parpadear, su armadura había rodeado completamente su cuerpo. "Prefiero volar".

Con eso, se fue antes de que ella terminara de gritar: "¡Tony!"