L-O-V-E se reproducía con una especie de eco desde el celular de Rosé. Desprendiéndose de aquel una melodía que quedaría impresa en mis oídos por una eternidad. Pues yo no lo sabía entonces pero esa se convertiría en nuestra canción.Cambiamos una larga mirada. Sus ojos brillaban con la expectación y sus mejillas resaltaban con el gesto de sus labios. Y percibí en su boca cómo contenía una carcajada, una que yo no pude retener, mientras, nuevamente, no podía parar de asentir.
Sí, sí, sí. Me volvía de esa manera de vez en cuando, y para esas instancias, yo era solo un enredo de sentimientos rebalsándose, a todas horas, siempre.
Chaeyoung recogió su celular del piso para ajustar el volumen de vuelta al que solía tener, y luego volvía a mirarme, y yo me derretía, y dijo:
—Vas a tener que cantar bastante.
Entonces reaccioné, pues era obvio que lo haría y yo recién lo notaba. Tal vez me encontraba pensando que Rosé y yo nos encontrábamos en nuestra propia burbuja, en una clase de concierto personal.
Hice un gesto de sorpresa y llevé mi dedo a mi pecho, con una duda plasmada en la acción, preguntándole si era acaso a mi a quien se refería. Y ella asintió, moviendo la cabeza con lentitud, encorvándose, y la sonrisa se quedaba con la ya terminada canción; no porque estuviese triste, pensé, solo parecía ponerse a pensar otra vez. Yo me encogí de hombros.
Recordé cómo las líneas de Don't Know What to Do evocaban un mar de opiniones que hablaban de lo malo que era mi canto. Y lo era, pero reconocí en Chaeyoung esa retención que como amiga me concedía. Ella de ninguna manera admitiría que yo aveces era un caos.
—Yo comenzaré, y tú vas con la parte de "love... its all that i can give... to you..."~—Explicó, volviéndose a mi mientras trazaba la canción con voz queda, suavísima, tanto que la seda era áspera a su lado, pensé. Y estuve a punto de pedirle que siguiese cantando, que no parase nunca—. Yo sigo con el coro.
Luego de eso, nos encontrábamos en otro lugar de la sala de prácticas, ya no en un rincón, sino en el centro. Y ella se imaginaba que nos encontrábamos de lleno en el escenario, mas yo me sabía pensar otro tipo de cosas; más lejanas, noté, tanto que me deprimía.
Roseanne tenía un cabello precioso, que combinaba consigo complementando esa enorme belleza que yo recién comenzaba a comprender al conocerla. Por unos minutos me hallé completamente absorta en las hebras ondeándose al son de la música y los pasos, los pasos que habíamos inventado y que me parecían tan nuestros como la canción, que era nuestra ya. Rosé decía que la cantaba bien, y yo me enredaba en sus palabras, soñando que le creía.
—Ya, Lalisa —Oí que me llamaba, volteándose. Esas hebras otra vez—, ¿me veo bien hoy?
Comenzó a posar cómicamente, a lo cual yo me reí con fuerza, alentándola a volver a mi lado para darme un empujón y reír conmigo. Por supuesto que se veía bien hoy (se veía fantástica).
—Sí, sí.—Dije, vehemente. Asintiendo cada sílaba, jugando. Y ella creía que jugaba.
Me crucé de brazos y rió de nuevo, corriendo hacia mi como algún animal, no sé cuál, pero me pareció extremadamente chistoso viéndola reflejada en el espejo, aproximándose para pellizcarme los costados.
—Mh, ¡chú~! —Protesté, casi melosamente. Y ella aún reía—. Es más, ya no me gusta como te ves.
Se detuvo allí, deteniéndose a mi otro lado.
—Hey~...—Se quejó, hablando cada vez más bajo. Entonces levantó los brazos y me dio un empujón con su cadera— Siente eso, Lisaaaaaa.
Jennie entró en la sala entonces, cargando una botella vagamente en su izquierda y saludándonos quedito, balanceando su diestra casi cohibidamente. Rosé la saludó con cariño, alejándose un tanto para dirigirse a ella mejor.
Jennie lo hacía todo bien. Cantaba bien, rapeaba bien, bailaba bien, incluso su manera de respirar era perfecta –claro que había veces en las que había visto a esta última fallar, sin embargo preferiría no recordarlo–. Jennie, además, era muy bonita.
¿Qué pasaba, entonces?
En toda la tarde, mi mirada no se despegó ni un segundo de la rubia, que aún trabajaba su voz para que fuese perfecta.
Rosé era distinta en realidad, de una manera que no podía ser explicada, porque, si bien la Rosé que se exponía al público no era del todo falsa, habían piezas que no encajaban con la Chaeyoung real. Quizás fuera algo en la voz, en el talante, los movimientos o el estilo, no sé, pero algo tenía que ver con todo ello y me hacía sentir como si algo estuviese errado. No errado de que estuviese mal, no era una impostora. Pero había algo, allí, en la Rosé que tenía enfrente que me hacía no poder quitarle los ojos de encima.
Incluso si Jennie estaba allí, siendo buena en todo como siempre había sido, Chaeyoung seguía llamándome, de alguna forma que, si bien sabía la explicación, la otra no comprendería.
(O quizás sí; no quería saber).
Y era ella, la O: for the only one I see.
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L.O.V.E ₰ chaelisa
FanfictionLisa descubre que la ele, la o, la ve y la e se relacionan particularmente con su mejor amiga Chaeyoung. ࿈*ૢ࿐ (Y no sabe cómo reaccionar). - Lalisa Manoban + Park Chaeyoung - Black...