VOLVER A CASA || 4

514 44 40
                                    

POV' S TSUBASA

Comimos y nos fuimos a dormir. Hay una habitación que está llena de camas, las cuales son para nosotros. Mi cama está entre la de Misaki e Ishizaki. Tuve una buena noche a pesar de que recién llegué a este orfanato y no sé por qué mi madre me habrá dejado aquí.

¿Por qué estaba inconsciente? ¿Papá sabrá de esto? ¿Hice algo mal? Eso es lo único que quiero saber.

Despierto y voy al baño a lavarme la cara. Pero cuando salgo afuera, me encuentro con Urabe llorando y a Ishizaki tratando de consolarlo.

─Ya, Urabe, por favor no llores.

─¿Qué pasa?─ me acerco a ellos─¿Estás bien, Urabe?

─N-no─ sigue llorando.

─¿Qué sucedió? ¿Por qué lloras?

─Anoche soñó con su mamá─ responde Ishizaki.

─¿Con su mamá?

─Sí─ se calma y me mira a los ojos─. Fue hace tres años, cuando todavía no estaba aquí...


POV' S URABE

Iba volviendo de la escuela caminando. Cuando abrí la puerta de mi casa, me encontré con la peor cosa que jamás vi en mi vida: mi papá le dio una bofetada a mi mamá.

─¡SANAE, NO PUEDO CREER QUE TE HAYA VISTO DE LA MANO CON OTRO HOMBRE!─ le gritó a mi mamá, quién estaba sentada en el suelo sobándose la mejilla golpeada.

─Yusuke era mi compañero de la universidad, y hace años que no lo vi, solamente fue un ratito...

─¡PURAS PATRAÑAS DE UNA PROSTITUTA BARATA!

─Hiro...

─¡Papá, ya basta!─ me interpuse entre ellos, pero papá me dio una bofetada bastante fuerte. Salía sangre. Bastante. Estaba muy roja. Y me ardía un montón. Mi cabeza quedó girada aun costado luego de la bofetada, y me contuve para no llorar.

─¡TÚ NO TE METAS, MOCOSO DE MIERDA! ¡Puedes irte a llorar junto con la ofrecida de tu madre si quieren, yo me iré a dormir!─ se fue a su habitación.

─¡Mami!─ me lancé a abrazarla y a llorar en su pecho─Tengo miedo...

─Hanji.

─¿Sí?

─Sube al auto─ dijo con la mirada baja.

─¿Al auto?

─No preguntes, solo házlo.

Yo solo obedecí. No tenía idea de a dónde me estaba llevando.

─¿A dónde vamos?

─Lo sabrás cuando lleguemos.

Cuando llegamos, me quedé sorprendido al ver el lugar. Tenía un enorme cartel que decía: Orfanato "Ángeles del Cielo".

─Ma- mamá...

─Entra. 

Los dos entramos, y lo que hizo mamá me partió el corazón:

─Quiero entregar a mi hijo a este orfanato.

─¿Está segura, señora? ¡Es su propio hijo!

─¡¿Qué?! ¡Mamá...!

─No puedo hacerme cargo de él. Vivimos una situación de violencia doméstica muy fuerte y él no tiene con quién quedarse. Aquí estará más seguro─ dijo mamá y firmó los papeles.

─¡Mamá, no me dejes!─ le tironeé el brazo.

─Perdóname, Hanji, pero sufrirás estando en casa─ me dio un abrazo.

─Mami...─ estaba apunto de llorar.

─Adiós─ se fue del lugar.

Me quedé llorando desconsoladamente en el piso. No podía creer que mi mamá me abandonó.


─Q- qué horrible...─ Tsubasa está sorprendido.

─Es uno de los casos más tristes de este orfanato─ dice Ishizaki.

─No importa lo que venga, ¡quiero ver a mamá de nuevo!

─Entonces hagamos esto─ habla Tsubasa─: Vamos a escaparnos esta noche sin que las señoras nos vean y vamos a volver a tu casa, Urabe.

─¿Así como unos fugitivos?─ pregunta Ishizaki.

─Hagámoslo. Quiero estar en casa con ella... Espero que papá no esté ahí.

─Cuando anochezca, vamos a coger el primer tren que veamos─ dice Tsubasa.


Apenas cayó la noche y todos se fueron a dormir, nosotros nos escapamos por la ventana sin despertar a nadie y nos fugamos. Nos subimos a uno de los vagones de un tren que pasó y esperamos ansiosos hasta llegar a la ciudad.

─¿Estás bien, Urabe? No has dormido nada─ me dijo Ishizaki. Yo estaba sentado en el borde del vagón mirando el horizonte.

─No puedo dormir, Ishizaki. Estoy pensando en lo que sucederá si vuelvo a casa...

─Yo también estoy pensando en eso─ dijo Tsubasa─. No te preocupes, Urabe, todo saldrá bien.

─Gracias, Tsubasa, Ishizaki. No los olvidaré jamás. Fueron mi familia en estos tres años...Bah, Tsubasa, tú eres mi hermano desde hace dos días, jeje.

─Jaja, es verdad.


Llegamos a la ciudad y empezamos a caminar hasta mi casa. Ya está amaneciendo. Tienen que volver antes de que se den cuenta que desaparecieron.

Golpeo a la puerta. Nadie responde. Me está entrando un poco de preocupación.

─Tal vez piense que somos ladrones por la hora a la que golpeamos─ sugiere Tsubasa.

─Tiene sentido...

─¡Mami, soy yo, Hanji! ¡Abre, por favor!

En ese momento, abren la puerta, dejando ver la imagen de mi madre.

─Ha-hanji...

─¡Mamáaaa!─ la abrazo de nuevo y me acurruco en su pecho─¡Mamitaaa!

─¡Creí que jamás te vería de nuevo!─ los dos empezamos a llorar.

─¡Hace años que quería verte, mami!

─Yo también. Perdóname por haberte abandonado. Fue una decisión terrible. Me hacías falta y mucha.

─¿Papá sigue aquí?

─No. Lo encarcelaron hace un año. Estamos solos tú y yo─ me cubre con sus brazos y acaricia mi cabeza─. Mi niño... he deseado este día desde siempre.

─Yo más.

Ishizaki está llorando de felicidad, y Tsubasa observa la escena con una gran sonrisa.

─¿Ellos son tus amigos?

─Sí, son del orfanato. Son Tsubasa e Ishizaki.

─Mucho gusto─ dicen los dos.

─Gracias por cuidar muy bien de mi hijo. Se los agradezco con toda el alma.

─Supongo que este es el último adiós, querido amigo─ Ishizaki se acerca y me abraza.

─Nos vemos, Ishizaki. Nos vemos, Tsubasa.

─Sé feliz, Urabe.

─Lo mismo para ustedes.

Los chicos se fueron y yo y mi mamá nos metimos adentro de la casa. Hace tiempo que no estaba aquí, me da tanta nostalgia...

𝗡𝗜𝗡̃𝗢𝗦 𝗢𝗟𝗩𝗜𝗗𝗔𝗗𝗢𝗦 ❱ 𝗖𝗧 ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora