El invitado de honor

Capítulo 69: Emboscada

Arco de asesinato

Emboscada

Aterrador. Eso fue lo que fue. Durante la espera antes del combate, parecía que el tiempo se había congelado, y ahora, de repente, todo sucedió simultáneamente. Ella los había sentido primero. O "visto", como le gustaba decir a Kurenai, con su "ojo interior". Karin no sabía cómo nombrarlo, y tampoco podía molestarse en nombrarlo. Mientras veía o sentía lo que quería, era bueno para ella. Y pensar que una vez detestaba su habilidad ... bueno, esa era una época en que era tratada como ganado humano. Valorado por su línea de sangre, y eso solo.

Konoha era diferente, a Karin le había gustado pensar. ¡Aquí tenía amigos, amigos de verdad , amigos que incluso se arriesgarían por ella! Sin embargo, Karin tuvo que admitir que prefería ver a Kiba como algo más que un amigo. Él fue quien la salvó, cuando todo parecía perdido. No, ella nunca olvidaría el momento en que vio a Kiba por primera vez. Él salvarla era un regalo de Kami, y había sido el punto de partida de su nueva vida. Una vida donde ella tenía un hermano y un clan. Uzumaki Naruto, el chico que era una de las personas más amables que conocía y la más aterradora al mismo tiempo.

En este momento era lo último.

Karin los había notado primero. Y cuando señaló la dirección, Hinata había visto a través de sus técnicas de camuflaje. Entonces, cuando el aluvión de kunai, senbon y los diversos jutsu descendieron sobre ellos, no sorprendió a ninguno de ellos. Los tres oponentes más fuertes se habían separado; un hombre rubio centrado en Kurenai, el hombre más viejo y más fuerte centrado en Naruto, y la mujer delgada había apuntado a Raidō.

Las tácticas uno a uno no se esperaban, pero sus atacantes cometieron un error crítico. Los cinco shinobi 'Iwa' más débiles se habían dirigido a ella, Kiba y Hinata, pero aparentemente ninguno sabía que Fūka fuera una kunoichi. Dos de ellos no habían podido sobrevivir a ese error. Habiendo recibido permiso de Naruto para soltarse, Fūka había usado un extraño jutsu de Futon, formando pequeñas bolas con forma de torbellino con la palma de su mano, disparándoles a los desafortunados atacantes al parecer soplar las bolas con su boca. Un ataque muy rápido y bastante devastador.

Sus máscaras no habían podido resistir el jutsu, y tampoco sus cráneos.

Ver sus cabezas explotar en una neblina de vapor gris y rojo fue una visión bastante espantosa. El tercero no había sido tomado por sorpresa, llegando a la conclusión de que Fūka no era un simple civil. Pero su cabello había atado al chico, que era apenas mayor que Karin, y eso le dio a Hinata la oportunidad perfecta para usar el estilo de taijutsu de su clan. Un golpe en el cuello y el niño estaba perdido. Hinata parecía bastante enferma y habría sido golpeada por la cuarta emboscada si no hubiera sido por la oportuna intervención de Kiba y Akamaru.

Akamaru ya parecía una copia salvaje de Kiba, mediante el uso del Jujin Bunshin (Clon Humano Bestia), y juntos el dúo era bastante difícil de entablar combate cuerpo a cuerpo. El quinto de los oponentes más débiles ya estaba ocupado por Fūka, quien parecía tener una alegría perversa al matar a sus oponentes, dejando al oponente de Kiba en el equipo ocho.

"Hinata", Karin la agarró por el hombro. "¡Kiba-kun está peleando, tenemos que ayudarlo!"

El pálido, mucho más pálido de lo habitual, Hyūga asintió. Tendrían que derribar a su oponente y luego respaldar a los demás.

Sí, Karin tenía miedo. No realmente por ella misma, aunque preferiría no morir ahora que finalmente disfrutaba de la vida, sino por sus amigos. La imagen de la muerte de Choji la perseguía, y Karin estaba aterrorizada de ver a Kiba, Naruto o Hinata así ...

Naruto estaba sonriendo con saña a su oponente enmascarado. Llevaban máscaras diferentes y se habían hitai de Iwagakure, haciéndolos ver como el verdadero negocio, pero Naruto sabía que era solo un fraude. Estos idiotas no eran de Iwa, sino de Konoha. Ese conocimiento despertó algo dentro de él, algo animal que creía que había desaparecido después de que Hiruzen reparó su sello.