capitulo 9

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El tiempo comenzaba a empeorar fuera de la cabaña,  un tremendo relámpago ilumino el cielo durante unos segundos y al instante la lluvia hizo acto de presencia.

Gerson les conto:

          Les conto que durante casi 30 años había sido capitán de un barco mercante, y que en él había recorrido todo el mundo varias veces, pero que llego el día en el que sencillamente se cansó de todo lo que conllevaba ser capitán y decidió retirarse. Para ello se había autoimpuesto la condición de que debería de encontrar un lugar que le llenase para vivir, y cansado de tanto lujo y ciudades tan multitudinarias como las que acostumbraba a visitar (Mónaco, Rio de Janeiro, Marbella, Dubái….) buscaba una casa de campo, pero en su defecto lo que  encontró fue aquel terreno plagado de arboles y escombros, rodeado de algunos edificios, pero que sin duda lo enamoró. Se lo compro a su antiguo dueño, que era un constructor que solo lo quería para acumular trastos para las obras y poco a poco fue construyendo la casa del árbol,  levantando el alto muro que rodeaba toda la parcela plantando mas arboles arreglando los ya existentes etc. etc.

          Rico, que era el más inquieto, le apremió para que contase como había vivido él, que el mundo se fuese al garete de la manera en que lo había hecho y que es lo que había sucedido, durante el tiempo que ellos habían estado aislados en la casa de la montaña.

          Gerson continúo con su relato…. Pues aquí realmente todo comenzó un poco antes de las Navidades, en la televisión se veían  a diario noticias del extranjero y de otras partes del país en las que se hacía referencia a la plaga que ahora asolaba el mundo, pero hasta que no la tuvimos a las puertas de nuestras casas, realmente no nos dimos cuenta de lo que sucedía. Yo me encontraba comprando en un centro comercial próximo a Murcia, cuando de repente estallo la locura, la gente corría de un lugar a otro, sin ningún sentido, gritando y atropellándose entre ellas, cuando al fin los vi por primera vez, se trataba de un grupo de tres de aquellas horribles criaturas, que estaban atacando a un hombre que para su desgracia andaba  con muletas, aquellos seres no se entretuvieron mucho con su primera víctima, si no que continuaron atacando a cuantas personas se les ponían por delante. Así que yo opte por salir de aquella ratonera coger mi coche y volver a casa. Escapar de aquel lugar fue un caos, porque la gente andaba en cualquier dirección sin respetar nada. Vi como atropellaban a personas ancianas y hacían caso omiso de ello y la verdad es que yo tampoco me detuve a socorrerlos, tras un par de horas interminables y con el coche arrugado como una pasa, debido a la multitud de golpes que recibí, conseguí llegar a casa, que por suerte está al principio de la ciudad y aquí me refugie, casi durante una semana sin salir, únicamente asomándome a lo alto del muro para ver que podía sacar en claro de todo el tumulto que se oía por todos lados.vi llegar al ejercito en multitud de vehículos tanto terrestres como aéreos, escuché explosiones, tiroteos, gritos, lamentos y al cabo de varios días… EL SILENCIO. Desde que escuche el ultimo tiroteo, hasta que me atreví a salir al exterior pasaron semanas en las cuales a través de la puerta y refugiado entre la maleza vi como aquellas criaturas habían tomado la ciudad.

          Esporádicamente, creía escuchar algún grito, pero no me atrevía a sobrepasar los muros, pero todo cambio, en el momento que la comida comenzó a escasearme en la despensa, momento en el cual me arme de valor y salí de aquí, no sin antes haberlo pensado mucho. En esa salida y en las sucesivas use una escala de cuerda que lanzaba a través del muro y una vez en el exterior, volvía  a lanzar al interior de la propiedad, siempre dejando una cuerda de la que estiraba cuando volvía de mis fugaces escapadas. En aquellas primeras ocasiones, creo que ni siquiera llegue al final de la calle me dedique a entrar en los comercios de aquí al lado y saquear todo lo que pude. En salidas sucesivas, fui ampliando mi área de influencia y mi arsenal, puesto que me iba haciendo con todas las armas que había esparcidas por doquier, con la esperanza de que algún día me sirviesen de algo.

          El temporal fuera era tal, que la casa parecía que de un momento a otro, se vendría al suelo. Al final del relato de Gerson, únicamente permanecían despiertos Brian y Sharco; Rico estaba durmiendo plácidamente apoyado en el hombro de Thomas, que también estaba durmiendo. Al final el sueño había vencido al hambre.

          Gerson dispuso en la mesa, varios platos, con comida de lata, calentada en un hornillo de gas, mientras Brian se había acercado a la ventana y  pensativo miraba hacia el exterior que permanecía tan oscuro como la boca de un lobo, salvo cuando algún relámpago, rasgaba el cielo con su brillante luz plateada. Mientras estuvieron comiendo ninguno dijo nada de nada, salvo Sharco que demostraba su malestar porque no había sido invitado al banquete con algún que otro ladrido lastimero. Una vez hubieron terminado la cena, Brian miro a Gerson y preguntó: ¿AHORA QUE?  Gerson miro  al chico y le dijo que explicase a que se refería con ese ¿ahora qué? Este le contesto que cuales iban a ser los pasos a seguir desde aquel momento, comentándole a Gerson que la idea que ellos tenía desde que abandonaron el refugio en su casa de campo, era el de encontrar a supervivientes y que ahora que lo habían encontrado a él, no tenían previsto de quedarse allí para siempre………..

          Gerson, comenzó a reírse a carcajadas, mientras intentaba explicar a Brian, la idea que tenía en mente desde hacía bastante tiempo. Pero le dijo que tendría que esperar al nuevo día, en el que sus hermanos estuviesen despiertos, para que ellos también pudiesen oír lo que tenía que contarles; mientras tanto le ofreció  una habitación en la que descansar hasta la mañana siguiente. 

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