—¿Estas seguro muchacho? —hablo el sacerdote, su rostro afligido le mira fijamente, ojeras profundas y un rostro demacrado.
Asintió, no quería hablar, no ahora, no cuando recordaba haber abandonado a su familia sin palabra alguna durante la noche y a su prometido quien se encontraba de viaje, ahogo un quejido ante lo último.
—Muy bien...¿estas incomodo? —pregunto, negó con la cabeza, las cuerdas eran apenas una restricción notable , el obi no lo asfixia como creyó que lo aria y el wataboshi logra ocultar ese sentimiento de profunda tristeza que tiene —Es algo temprano, pero podemos comenzar.
Salen de aquel cuarto del templo, hay gente afuera, todos con la cabeza gacha, el aroma de todos en un mosaico de tristeza profunda y asco, nadie es feliz, nadie quiere esto, pero no tienen opción, ninguna aldea cercana lo tiene en realidad. Su rostro es oculto por el wataboshi y lo agradece, sus ojos están húmedos pero no piensa soltar lágrimas, es lo mejor, era él o su hermana menor, no dejaría que eso pase, sonríe levemente recordando los aretes de hanafuda que su padre le heredó, los dejo directamente con Nezuko, al fin y al cabo, él iba a morir hoy.
.:OoO:.
Se cuenta que, hace tiempo, en las montañas se acentuó un demonio cuyo paso dejaba llamaradas que consumían hasta los huesos y un rastro de cenizas que se esparcen en el viento. Por décadas fue el terror, aldeanos temerosos y campos de cultivo incendiados, sin saber que hacer los sacerdotes vieron el sacrificio como un último recurso, un omega que no haya sido tocado por la mano de otro alfa, una "novia" para calmar al ser, sorprendentemente los ataques y asesinatos cesaron con la primera omega, pero tras un tiempo volvió y la decisión fue tomada para lastima de todos, cada año, una aldea ofrecería una omega joven para silenciar la ira del monstruo.
Funciono, pero pronto todo se envolvió en una profunda tristeza y melancolía, los padres temían que sus hijos fueran omegas y cuando estos nacieran con tal casta buscaban desesperados desposarlos con un alfa con tal de evitar el cruel destino.
La familia Kamado había comenzado a vivir en las montañas, alejados de los poblados adyacentes, apenas comunicados con estos para la venta de carbón. El matrimonio de alfa y omega había prosperado en tan desolado terreno, teniendo al final seis cachorros que cuido y protegió hasta que dio el último aliento de su enfermizo cuerpo.
La muerte de Tanjuro fue un golpe duro para la familia, Kie, su esposa y omega no habia podido estar más destrozada, pero teniendo a sus seis hijos continuo, Tanjiro, el hijo mayor no tuvo problemas en ayudar en todo lo posible y pronto, a la edad de diez años continuo con la venta de carbón con tal de ayudar en casa.
Todo iba bien, no constaban con grandes lujos pero para ellos bastaba, pronto la familia fue siendo apreciada por los poblados cercanos, Tanjiro era probablemente el más apreciado de todos, su personalidad honesta y amable tenia a todos cautivados, era probablemente el chico ejemplar para todos, a nadie le pareció extraño cuando el chico termino presentándose omega, con una actitud tan afectiva y un don para los niños era casi obvio la casta del joven Kamado.
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◉ Wife ◉ RenTan ◉
Fanfiction〚 Cada año, un omega es ofrecido como una ofrenda para el demonio de la montaña. 〛 〚Advertencia:〛 ●omegaverse ●lemon ●muerte de personaje ●consentimiento increíblemente dudoso. 〚Parejas:〛 ●Rengoku x Tanjiro .:Principal:. ●Giyu x Tanjiro .:Secundaria...