◉ Wife ◉ RenTan ◉

-Capítulo 3- Luto.

Vuelve a casa hecha un mar de lágrimas, su ropa es un desastre y su rostro esta hinchado, tiene los ojos rojos y secos pero sigue hipando cual niña pequeña. Su madre espera junto a sus hermanos, su rostro se contorsiona en una mueca de profundo dolor y tristeza cuando la ve llegar, sola y en ese estado.

Corre a los brazos de su madre y ambas se derrumban, sus hermanos se unen, es doloroso para todos.

—L-Lo siento —gimoteo lastimera, hundiendo su rostro demacrado en el regazo de su madre —N-No llegue a tiempo, lo siento, lo siento...

—Está bien Nezuko —Su madre, quien dolida trata de mantener la calma, acaricia su cabello entre sus dedos —E-Esta bien —la voz suave se rompe lastimera, el sol comienza a asomarse por las colinas y eso solo significa una cosa, Tanjiro ya no estaba en este mundo, ya no más.

.:OoO:.

Ahogo un sollozo mientras su mano cubría su boca, lagrimas escurriendo por sus mejillas mientras sentía arder su rostro entero de vergüenza, el alfa ronroneo complacido mientras continuaba apretando su cuerpo contra el suyo, dedos largos y gruesos escarbando en la profundidad de su entrada, esparciendo saliva y el lubricante natural de la excitación que comienza a escurrir de su cuerpo.

—Lo estas recibiendo bien —Felicito con voz ronca, sintió los dígitos invasivos hundirse hasta los nudillos y presionando dentro suyo, un escalofrió recorrido su espalda mientras se sobresaltaba, soltó un gemido lastimero mientras podía sentir la saliva comenzar a escurrir entre sus labios —Era de esperarse, un omega tan lindo —Ronroneo el alfa, podía jurar que entre los movimientos circulares de los dedos la punta de las uñas filosas roso la carne haciendo que se sobresaltara.

—P-Para n-no quiero esto —sollozo, ojos aguados y manos temblorosas. En el regazo del alfa solo podía tratar de ocultar su rostro mientras estaba expuesto al rubio mayor.

Fue rápido, repentino, sin tiempo de reacción. El alfa habia hablado y tras solo asentir fue atacado, derribado y desnudado con fuerza, las telas quedaron desperdigadas por la habitación mientras el alfa besaba y mordía la piel a su alcance. Todo su cuerpo reaccionaba positivamente ante el tacto y lo odia profundamente, como su entrada comenzó a lubricar mientras su pulso acelero solo con la idea de que el rubio lo montara.

Mordió su labio ahogando un gemido lastimero, el sonido húmedo comenzó a inundar la estancia mientras su entrepierna goteaba pidiendo atención.

—Un lindo omega, Mi lindo omega —llamo el alfa encantado, enfatizando el "mi" con una voz profunda y ronca.

Todo comenzó a dar vueltas, el calor se subió a su rostro mientras temblaba, su miembro pulsante estaba listo para eyacular solo con los dedos del mayor, era algo tan penoso. Se disculpo con su prometido en un susurro silencioso mientras sentía como su vientre se acalambraba y un hilo de semen escapaba ensuciando parte de las prendas del alfa.