FE: One - Shots Sagrados

La Joya Sagrada

Hacía meses que el viaje de los gemelos de Renais acabó. Ahora no solo se preocupaban en restablecer el orden en Renais sino que también se encargaban de administrar el nuevo gobierno de Grado, propuesta hecha por Seth para asegurarse de mantener la calma de Magvel hasta que pudieran conseguir un gobernante elegido por la democracia del reino invasor.

Los días eran iguales para los gemelos y miembros de la corte de Renais. Siempre recibían noticias sobre avances en las reconstrucciones de los pueblos, la guardia con la frontera de Frelia y Grado, las protestas en la capital por falta de recursos y noticias sobre la economía de Carcino que afectaba a todo el continente.

En un carruaje custodiado por unos seis jinetes recorrían el camino arenoso de los desiertos de Jehanna. Estos últimos tiempos Renais enviaba mano de obra para la construcción de caminos transitables para las carreras y la reconstrucción del palacio de Jehanna a cambio de víveres que hacían falta en el hogar de los gemelos.

Dirigiendo la marcha estaba Seth, nombrado finalmente como el fiel vasallo de la princesa de Renais, quien se encontraba en el interior del carruaje junto a una sirvienta del castillo. Usaba un vestido rojo con cuello de tortuga, pues los rayos del sol en Jehanna eran lo suficientemente potentes como para dañar a cualquiera aún en la sombra. De sus brazos ahora colgaban más brazaletes aparte del Lunar, y sus pies calzaban unas botas cómodas para correr si se requería.

Surgió un asunto en Rausten, algo que ella debía resolver, y luego de que su petición a la corte para ir hacia el país vecino y quedarse unos días fuera aprobada, partió inmediatamente junto con Seth, sus subordinados más destacables y comida para el viaje.

Luego de andar por tres días llegaron a la residencia del nuevo príncipe de Jehanna, que gustoso accedió a ofrecer su palacio como un lugar de descanso para el grupo.

Las noches de aquel país eran heladas sin dudar, pero ahora la mayoría de sus habitantes podían dormir sin temer a la muerte gracias a las medidas que el nuevo gobierno tomaba.

El príncipe y su esposa recibieron al grupo en las puertas del palacio. Los invitaron a cenar a todos por igual, querían saber más detalles sobre que le deparaba a Eirika en Rausten.

Seth y sus hombres estaban en una mesa aparte junto con Gerik y su banda, poniéndose al día sobre temas como la situación en Renais o el trabajo doble de los Mercenaria de Gerik.

En cuanto a Eirika y Joshua. Estaban en una mesa considerablemente más pequeña. Sus manjares brillaban ante las velas que también les brindaban calor. A esas horas los sirvientes de Joshua acostumbraban dormir, por lo que no dudó en preguntar a la invitada por su visita.

La mirada de Eirika pasó de ser amable a sería. Guardó silencio mientras bajaba un poco su mirada y retiraba algo de su dedo. Cerca del plato de Joshua dejó algo pequeño, antes de retirar su mano le explicó, con poco detalle, lo que era.

—L'Arachel me lo dio hace un tiempo. Insistió mucho en que me lo quedará, así que dejé de negarme. Ella misma lo colocó en mi dedo y me hizo prometerle que siempre lo usaría. A decir verdad... No actuaba como L'Arachel— Con la misma seriedad Joshua analizaba las palabras de su invitada. Él era perspicaz, notó que los cachetes y las orejas de Eirika tenían un leve color rojizo que no era causado por las velas.

En cuanto ella retiró su mano, agarró el objeto que había dejado frente a su plato. Era una sortija de oro que estaba adornada con una gran esmeralda en el medio y con garabatos provenientes de la cultura Raustiana en los costados del anillo.

Parecía tratarse de un anillo caro, pero sus pupilas se achicaron un poco al leer la inscripción del interior del anillo: "Familia real de Rausten". Colocó una sonrisa en su rostro mientras le devolvía la sortija a Eirika. No vaciló en preguntar con gracia su significado.