Cute bad boy ||2jae

《"Eres un Ángel"》

Se miraba una y otra en espejo para confirmar que su apariencia seguía luciendo bien al igual que el resto de la casa que se encontraba ordenada tanto como ordenada. La comida estaba servida en la mesa e incluso se había colocado un traje por ser una ocasión especial.

Sentándose en el mueble repaso lo que diría trataba de calmar su impaciencia.

Luego de tres años su hermano menor regresaría a corea para vivir con él, pero no solo estarían los dos chicos presentes en aquella cena, el padre de ambos se había dado la molestia de reencontrarse con ellos después de un largo tiempo, pero solo Jaebum estaba al tanto de aquel reencontró, eso lo mantenía más nervioso aun.

El solo deseaba que las cosas salieran bien y poco a poco su familia se fuese reencontrando.

Minutos después el timbre sonó habidas la llegada de sus invitados. Con los nervios a flor de piel, sus manos comenzaron a sudar, su corazón la tía con fuerza e incluso se paró una vez más frente al espejo arreglando su corbata y al abrir la puerta suspiro una vez más.

-¡HYUNG! No sabes cuánto te extrañe –los nervios fueron suplantados por alegría, el menor salto sobre el para abrazarlo acción que correspondió eufórico.

-Estas tan grande que quiero llorar por lo mucho que has crecido, ya no puedo decir que eres mi bebe Hyunjin –las risas de ambos resonaron por la casa. Sus corazones parecían a punto de estallar y de pronto la casa se sentía más acogedora y brillante a medida de que entraban.

Una vez en la antigua habitación del menor, le ayudo a ordenar sus cosas en cada lugar y al finalizar lo invito a bajar para cenar. Pero antes de poder iniciar, el timbre sonó de nuevo, en seguida se acercó a la puerta ante la mirada de un curioso a sus espaldas.

Im Ji-won se centraba frente a ambos chicos con el semblante serio junto su vestimenta era elegante e intachable. Rápidamente ambos chicos hicieron una reverencia de 90° a la cual respondió con una leve inclinación, adentrándose en la casa observaba cada detalle de esta como si de un lugar desconocido se tratase, pero lejos de ellos conociendo el lugar como la palma de su mano inspeccionaba el estado de esta.

Lejos de ser una agradable cena el ambiente era incómodo para ambos chicos quienes cruzaban miradas en señal de apoyo, nadie se atrevía a hablar y su padre no parecía afectarle tal situación, este solo cortaba la carne de su plato para llevarlo a su boca. Eterno era la palabra que describía como se sentía.

-Sigues cocinando tan bien como recordaba hijo –a pesar de su rostro inexpresivo, estaba disfrutando poder probar su comida de nuevo. Jaebum apenado por el cumplido agradeció, abriendo paso al silencio que no dejaba de reinar – ¿Cómo te va en clases? –, Al no recibir respuesta alguno, volvió a decir elevando su vista – ¿Cómo les ha ido a ambos?

Jaebum fue el primero en hablar, se sentía extraño al tener que seleccionar bien sus palabras antes de hablar –Muy bien padre, a pesar de ser nuevo hice algunos amigos y me he esforzado para sacar buenas calificaciones.

La miradas ahora estaban sobre el menor esperando a que este hablara cosa que nunca sucedió.

-Hyunjin –el hombre le dedicaba una mirada severa ante la actitud de fastidio que había adoptado el menor.

-Me va mejor de lo que esperas –el tono desafiante no pasó desapercibido, el rostro de su hermano reflejaba lo sorprendido que se encontraba.

-Fingiré que no escuche eso y ahora me vas a responder como se debe.

Esta situación solo lograba molestar más al menor, al ver la indolencia de su padre, pero no se daría a doblegar ante él, hacía tiempo que desconocía el hombre frente a él y a pesar de respetarle su paciencia no era infinita –No me preguntes por algo que te importa una mierda -. Entre dientes lo soltó como si de ácido de ácido se tratase.