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Regrese a casa caminando, me negué a ser acompañada por Jade, no quería molestarla, hasta este punto ya siento que le debo demaciado.

Como siempre las calles se encontraban solitarias, en el pasado me hubiera aterrado pero ahora estan normal.

Unas cuantas cuadras antes de llegar, alguien tomo mi brazo jalandome hasta golpear con su pecho, me asuste e intente librarme de su agarre, el tipo puso un trapo en mi nariz, mi cuerpo dejo de responder, al poco tiempo todo se volvió negro.

Desperté con un terrible dolor de cabeza, me encontraba acostada en un sillón reclinable blanco con una cobija del mismo color, me costo comprender que estaba pasando.

Estaba en un avión, mire por las pequeñas ventanas, solo se encontraba el color azul de la mañana.

Jade apareció, saliendo de la cabina del pilot.

Enojada, salte sobre ella tirandola al pisó.

-¡¿Que diablos te pasa por la cabeza?!

-Te dije, que vendrías conmigo.- Con una gran fuerza, giró quedando arriba.- Gané, de nuevo.

Se levantó, dándome su mano ayudandome a quedar de pie, solo me dió una tierna sonrisa, quien dira que esta tipa con cara de angel sería el mismísimo demonio.

-Oh! Por cierto llame a tu trabajo, les hable de tu renuncia, también vendí tu departamento, tus muebles ya van en camino a Londres.- Inhale intentando contener mi enojo y no matarla.

-Bien... Ya no tengo a donde volver.- Me senté de nuevo.

-¿Estas enojada?.- Pregunto con una voz de bebé.

-No, no lo estoy.

Estaba furiosa, cerre mis ojos para poder dormir y no tener que hablarle en todo el caminó.

Llegamos, no hablé para nada.

-¿Donde me quedaré?.

-Tengo un departamento mucho mejor que el que tenías en Corea.

-Interesante.

-Yah!! No te enojes, lo hice por tu bién, no dejare que nadie te haga daño como lo prometí, ¿lo recuerdas?

FlashBack

Sucedió tres años después de conocernos, jamás termine de encajar, nunca dañe o insulte a ningúno, aun así llegaron a meterse conmigo.

Los niños solo decían cosas hirientes mientras las mujeres jalaban mi cabello o me empujaban.

Jade no estaba enterada de esto, nuestros salones eran diferentes y solo nos encontrabamos en el receso.

Una tarde seguí mi rutina, faltaba una hora para dar terminadas las clases, miraba el reloj que se situaba encima del pizarrón.

La maestra salió por un llamado de la directora, me quede en mi sitió trabajando sin mirar a nadie. Mi trabaja me fue arrebatado por una chica, Jessica Palermo, la principal causa de mi sufrimiento.

Intente quitárselo, fue inútil era dos veces mas grande que yo.

-¿La rarita quiere su tarea?

-Devuelvemela!!

-No, ahora es mía.

Sus amigas se metieron, dos de ellas sujetaban mis brazos, solo sentí fuertes dolores en diferentes partes de mi cuerpo.

Jalaron mi cabello con fuerza pero no caería.

-¿Por que no lloras?.- Otro golpe.- No es divertido.- Otro.- Llora!!

No lo haré, no me humillare más, basta.

Deje de sentir dolor, levante mi cabeza, observe maravillada la escena. Jade sostenía la mano de Jessica.

-No te metas Beckett.

-No dejare que la lastimes.- Ahora Jade la empujó, la chica término en el suelo con Jade golpeandola.

El ruido se hizo extremadamente fuerte, por lo tanto la maestra regresó corriendo, con ayuda del concerje logró separarlas, ambas fueron llevadas a dirección.

Mas tarde me llamaron para contar mi version, si no hablaba expulsarian a Jade, sin tener más miedo dije la verdad.

Lo último que supe de Jessica fue su expulsión junto a sus amigas, me sentí aliviada de no tener que verla denuevo.

Al final del día ambas nos encerramos en el baño, la cara de Jade fue la mas perjudicada, tenía muchos rasguños pero sin duda fue la ganadora.

Con un algodón y agua oxigenada daba pequeños toques en sus heridas, recibiendo algunas quejas.

-¿Por que no me dijiste?

-¿Que?.- Me hice la desentendida.

-Te molestaban ¿Por que no me dijiste?

-No quería causarte molestias.

-Waaa sin duda estas loca, te lastiman y te quedas callada.

-No me gusta la violencia.

-Lo mejor fue que pude darle una buena lección.- Sonrió victoriosa.

-Pero lastimaste tu cara.

-Eso no importa.- Solto una carcajada.- Eres mi única amiga.

-Y tu lo eres para mi.

Nos abrazamos, no necesitaba agradarle a los demás, siendo solo nosotras esta bien.

-No dejare que te lastimen, te lo prometo.

Fin del FlashBack

-Lo recuerdo.-Sonreí a tan lindo momento.- Pero está no era forma de llevarme contigo.

-Lo se perdón.- Hizo un puchero adorable.- Fue lo unico que se me ocurrió.

-Para la próxima vez evita secuestrarme.

-Señor si señor.- Dijo como todo jn soldado.

-Soldado firmes, directo al carro.

-Como ordene mi sargento.

El camino fue divertido, pasamos bromeando.

El departamento era muy grande, un tierno perrito muy grande apareció de la nada subiendo sus patitas a mi estómago.

Lo acaricie.

-Yo también te extrañe Pucky.

-Ni a mi me quiere tanto.

-Supéralo.

-Ven! Ven! Quiero mostrarte tu habitación.

Jaló mi brazo con fuerza, la puerta era blanca, lo que mas apantallaba era la puerta de vidrio junto a las ventanas, esta te dirigía a un balcón con vista a la ciudad, todo lo demás era de un color azul pastel, peluches y muebles blancos, muy femenino como Jade

I want to see you smile                        Lee TaeyongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora