La confesión de Alan

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Después de contarle lo que descubrimos al Albino, el coincidió con guardar las apariencias y ver si podíamos atrapar dos pájaros de un tiro, como dice el dicho.

Por otro lado yo no estaba tan de acuerdo, porque cada vez que la veía solo crecían mis ganas de matarla; pero a la vez era consciente de que la necesitaba viva.

Suspiré desganada al tiempo que dejaba mi abrigo en la cama, me puse ropa cómoda y me cepillé el cabello con parsimonia mientras pensaba en todas las formas de encontrar a los Grimm.
Un par de golpes en la puerta llamaron mi atención.
Al abrir Liam estaba parado frente a ella con una caja y un par de botellas en la mano.

_¿Puedo pasar hermosa? -Sonrió mientras me dejaba un pequeño beso en la mejilla-

_Claro, adelante. ¿Que tienes ahí?

_Bueno, considerando que imagine que no querrías compartir la mesa con una traidora, traje tu cena a la habitación.

-Mi estómago gruñó en señal de aprobación y no pude evitar sonrojarme-.

_Gracias, puedes poner las cosas en la mesita de la sala, en lo que terminó con esto.

- Levanté mi cepillo y me senté en la cama de nuevo; El dejo las cosas donde le indiqué y segundos después quitó el cepillo de mis manos y se sentó detrás de mi-.

_Déja que lo haga por tí.

_No es necesario, puedo hacerlo.

-Le respondí, debido a que su cercanía me estaba poniendo nerviosa, pero no de la forma incómoda, más bien de la forma en que mi cabeza, comenzaba a hacerse ideas que terminaban por darle mas color a mis mejillas ya rosadas-.

_Se que puedes, pero yo quiero hacerlo, así que sólo relájate y déja que te mime un poco, estás demasiado estresada últimamente.

_De acuerdo, puedo intentarlo. -Le dije mientras comenzó a cepillar mi cabello de forma suave y cuidadosa. Al terminar se quedó abrazándome por la cintura mientras depositaba su cabeza en mi hombro-.

_Quiero hablarte sobre algo, quise esperar al momento adecuado. Pero resulta que no puedo encontrarlo, siempre están pasando cosas...

-Me di la vuelta para quedar frente a él y comenzó a jugar con sus manos algo nervioso mientras me veía a los ojos-.

_De que se trata, dime...

_Bueno, ¿recuerdas la noche en la playa?, Cuando te mencioné que en algún momento debías tomar tu lugar a mi lado en mi manada, se que dije que podría esperar a que estuvieras lista.
Pero también es verdad que ellos me necesitan y por ende yo te necesito a ti.
Con los asuntos del consejo y las cosas que están pasando estuve cargando a mi beta con todo y me está pidiendo que regrese.

-El hizo una pausa mientras bajaba la cabeza, comprendí al instante de que se trata todo y en ese momento me di cuenta que haría lo que fuera por el, verlo así avergonzado de decirme lo necesaria que era yo en su vida ahora, me desarmaba por completo-.

_Entiendo, llego el momento ¿verdad? -Le dije sonriendo-

_Así es, si estas de acuerdo voy a presentarte como luna de la manada. Te respetarán tanto como a mí, y te necesitaran tanto como yo. ¿ Crees poder con eso? -Sus ojos recorrían mi rostro buscando una señal en respuesta-

_¿Crees tú que puedo con eso? Porque si lo crees, entonces puedo. -Le pregunté mientras me acercaba a centímetros de su rostro-.

_Tu puedes con todo, eres hermosa, fuerte, inteligente, la determinación recorre tus venas desde el mismo día en que pisaste esta tierra, lo demuestras cada vez que se presenta algún problema y no te detienes hasta que lo quitas de en medio. Por supuesto que creo que puedes.

Peligrosa Adicción (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora